CIUDAD PERDIDA
La PGR, fábrica de delitos
La sociedad ultrajada
Las instituciones socavadas
PARA POCO más de 80 por ciento de los ciudadanos consultados sobre el desafuero, Andrés Manuel López Obrador no es culpable del delito que le fabricó la PGR.
VAMOS POR partes. Además de la simpatía que su trabajo, su discurso, su manera de pensar el país o cualquier otro factor hayan influido en la disposición de la gente en su favor, muchos que no están de acuerdo con ninguna de todas esas causas, que no concuerdan con él en lo político, o que simplemente lo observan sin haber tomado bando partidista, lo han exonerado.
NO ES nada del otro mundo, los alegatos jurídicos y políticos del caso se han exhibido profusamente desde la inventiva de la PGR, y también desde la defensa del jefe de Gobierno.
LA GENTE ha tenido, por ello, la suficiente información para poder sacar sus propias conjeturas, formar su juicio, el mayor de todos. De ese modo, bien podríamos decir que el dictamen popular se ha despojado ahora, en buena parte, de las pasiones que regularmente empapan este tipo de contiendas.
LA DISTINCION hecha por la población entre lo correcto y lo turbio: lo sucio, se muestra en las mismas encuestas, en las que con sana razón, quienes han sido consultados se sienten ultrajados por la impertinencia de una clase política totalmente alejada de sus opiniones, es decir, de su sentir respecto de un problema que a ellos, a la gente, le atañe directamente.
SERAN MUCHOS miles quienes dirán al gobierno, desde el Zócalo, como se lo gritaron en 1968, que no están de acuerdo con las formas de conducir el país, que están decepcionados -cuando menos- y que estarán firmes en la lucha por sus convicciones.
¿QUE SIGUE? Esa es la pregunta recurrente en todos los ámbitos de la sociedad y el horizonte se mira sombrío. Si la medición de las huestes complotadas para destruir las aspiraciones políticas de la gente, y de López Obrador, falla, y el movimiento continúa, no puede esperarse otra cosa por parte del gobierno federal que la venganza en contra de la gente: la represión.
LAS COLUMNAS que soportan a los gobiernos neoliberales, como el actual, son, desde luego, los medios masivos de comunicación y las cámaras donde los supuestos representantes populares hacen leyes que concuerden con las necesidades de las mayorías.
SIN EMBARGO, esas columnas se hallan más socavadas cada día por la desconfianza de la población. Mientras los medios masivos, poco a poco, son tomados menos en cuenta, porque cualquier asunto que no les convenga o no les deje dinero no existe, los diputados y senadores se han convertido, desde ya, en los enemigos de la gente.
ASI LOS apoyos, las puertas de salida del régimen que tiene más de 20 años en el poder se han desgastado y ahora sólo queda la represión como medio de control. Y por eso, ¡cuidado!
CUANDO SE habla de que será desde las marchas de apoyo desde donde podría surgir la violencia, se habla en realidad de los preparativos del gobierno federal para emplear la violencia.
EL GOBIERNO golpista de Vicente Fox ya no tiene salidas. Ya no puede vender su discurso falaz desde las televisoras, y él mismo, Fox, es culpable de la destrucción de la instancia política -senadores y diputados- porque hoy ya no tienen credibilidad al convertirlos en sus cómplices.
DE ESA forma el gobierno es hoy el elemento más peligroso para la gente. Desde ahí se puede ejercer la represión en cualquier momento y por ello ya preparan el discurso que intimide, que meta miedo a quienes, de cualquier forma, saldrán a la calle porque no se van a dejar.
PARA HOY en la noche el Zócalo, la plaza mayor de todo México, estará lleno cuando menos al 50 por ciento con quienes desde el interior del país vendrán a la concentración por la justicia y en contra del desafuero.
TODOS ESPERAN una gran noticia por parte de Andrés Manuel López Obrador, porque se necesita reforzar el sacrificio de muchos mexicanos que ya emitieron su juicio y sostienen que el jefe de Gobierno es inocente. Todos esperan la noticia.