"No renunciaré", dice el primer ministro italiano; concluirá su programa, afirma
Admite Berlusconi el abrumador fracaso de su partido derechista en las elecciones
Es un resultado extraordinario; hay diferencia de más de 2 millones de votos: Romano Prodi
Ampliar la imagen Silvio Berlusconi responde preguntas durante un programa de la televisora oficial RAI, que enfrent� primer ministro con los l�res opositores Francesco Rutelli y Massimo D'Alema FOTO Ap
Roma, 5 de abril. El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, reconoció esta noche el abrumador fracaso de su partido derechista, Forza Italia, en las elecciones regionales parciales del domingo y lunes anteriores, pero descartó una dimisión.
"No dimito y voy a concluir mi programa", declaró durante un debate de la tercera cadena de la RAI, la televisión pública.
"Los resultados de las elecciones regionales han sido bochornosos para Forza Italia y la única respuesta es cerrar filas", dijo Berlusconi, al hacer un llamado a sus aliados políticos que también resultaron perdedores en los comicios.
"Como presidente del consejo, he decidido no hacer campaña electoral y seguir siendo presidente de todos los italianos. Esta elección ha sido un error", afirmó.
"Estoy tranquilo, porque el resultado era predecible. Los italianos votaron con el mismo sentimiento que hemos visto en otros países de Europa", declaró Berlusconi a la revista Panorama.
Sobre 13 regiones en juego, la coalición de derecha tenía ocho y quedó con sólo dos, Lombardía y Venecia. Forza Italia, el partido fundado por Berlusconi, alcanzó sólo 18.4 por ciento de los votos, el porcentaje más bajo desde su creación en 1994.
Además de haber perdido regiones clave como Lazio, donde se encuentra Roma, y Pullas, bastión de la derecha italiana, se suma contra Berlusconi la notable caída de consenso a nivel nacional, pues la oposición de centroizquierda alcanzó 52.9 por ciento de los votos contra 45.1 por ciento de la coalición derechista.
Este es "un resultado extraordinario", afirmó en rueda de prensa el líder de la oposición de izquierda, Romano Prodi. "Hay diferencia de más de 2 millones de votos entre los dos", declaró satisfecho.
El fracaso de la derecha política italiana desencadenó diferentes reacciones dentro de la coalición gubernamental, que entró en fase de profundos cuestionamientos.
"Es señal de alarma y un mensaje claro que nos envían los electores. El gobierno está políticamente débil. Tenemos que ser ahora realistas, humildes y serios", declaró Gianfranco Fini, actual canciller y líder de Alianza Nacional, el segundo partido de la coalición de derecha.
Para Fini, la bandera del anticomunismo agitada por Berlusconi durante la campaña termina por ser contraproducente, sobre todo si se tiene en cuenta que hasta hace un cuarto de siglo la península contaba con el mayor partido comunista de Occidente.
"Creo que podemos ganarle a la centro izquierda el próximo año", afirmó Fini, quien no pierde la esperanza de ganar las legislativas de 2006.
"Berlusconi es el jefe de gobierno y el líder de la coalición. Si ésta pierde, él también pierde", aseguró Ignazio la Russa, portavoz de Alianza Nacional.
Por su parte, Berlusconi se ha limitado a felicitar personalmente a los vencedores e inclusive llamó por teléfono al nuevo gobernador de Lazio, Piero Marrazzo, ex periodista de la televisión pública encargado del programa de defensa de los ciudadanos.