Usted está aquí: miércoles 6 de abril de 2005 Opinión PRI y PAN: tan visionarios

René Drucker Colín

PRI y PAN: tan visionarios

El día de ayer leí que una juez federal no había encontrado elementos suficientes para acusar a Carlos Ahumada de fraude y que además una segunda autoridad había determinado que se le habían violado sus garantías constitucionales. Seguramente en breve decidirán que Ahumada es casi un santo.

Y a propósito de santos, ya que a raíz de su muerte al Papa posiblemente lo conviertan en uno, quizás podrían incluir en el Vaticano como santos adicionales a Ahumada, Madrazo y Fox, por haber ayudado de alguna manera u otra a lograr el desafuero de López Obrador. Es evidente que los delitos que se imputan a este último son aún mayores que el relacionado con el desafuero, además son de gran magnitud y, desde luego, debería estar en la cárcel en lugar de Ahumada.

Veamos pues, ¿cómo se puede permitir que haya hecho tanta obra en beneficio de los habitantes de la ciudad? ¿Cómo se puede permitir que haya construido tantas preparatorias y una universidad para el Distrito Federal? ¿Cómo fue que se le permitió construir un hospital en Tláhuac?

Realmente es inconcebible que se le haya permitido usar presupuesto del Distrito Federal para gastos tan suntuarios como apoyar a los ancianos. ¿Cómo se le permitió construir el Metrobús? ¿Cómo fue que no se le permitió gastarse el billete para enriquecerse él, como hacían todos los anteriores jefes de Gobierno que eran del PRI? No, eso sí amerita varios años de cárcel.

Pero el peor delito que ha cometido realmente, un crimen casi de lesa humanidad, es el de estar encabezando las encuestas presidenciales para 2006. No, no, eso es inadmisible. El PRI y el PAN y los que ayudaron a encontrar el resquicio de la ley para desaforar a López Obrador, creo, es más, estoy seguro que habrán de encontrar quién los santifique o los beatifique. De hecho, ahora que Fox vaya a la Santa Sede al entierro del Papa quizás podría proponerlo, pues como están haciéndole un servicio tan grande a este México nuestro, a quien tanto quiso el Papa, quizás lo consideren.

Nosotros, los ciudadanos comunes, estamos muy contentos de que el PRI y el PAN velen por la legalidad en este país y que den una lección de derecho a López Obrador para que en el futuro tome ejemplo de los banqueros, inversionistas, secretarios de Estado, diputados y senadores a los que no han "podido desaforar", de cómo se hacen bien las cosas, porque hay de leyes a leyes y de delitos a delitos.

No, no cabe duda, el PRI y el PAN y sus líderes son de una visión apabullante. Gracias, nos sentimos todos más seguros, más democráticos y, sobre todo, vemos que el país camina con paso firme hacia el barranco.

 
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