ELOGIOS Y HEREJIAS
Solo, pas de deux, solo
NO SE SI es soledad, sé que es paciencia,
esta esquina amarilla vuelta sombras
acompañando un cello y una voz
oscurecida de mujer que clama
por el amor desde el fantasma masculino que la llama,
Que la convoca en soledad madura
no obstante su impreciso, adolescente,
precisarla, quererla, idealizarla, amarla
casi como si amara, nada más, a la lluvia
que la ha mojado a veces, descuidada.
No sé si es soledad, sé que tendría
que hacerse soledad en un relámpago
desaforadamente, luego
de la quietud en que despierta el hombre
al aire necesario de su abierto deseo.
Y el hombre no la sueña, la ha tenido,
aunque se queda nuevamente solo,
atormentado en la tormenta ida,
en la tormenta que aunque no se va
nunca ha venido, nunca, parece, vino.