Empleados rechazaban su forma de manejar el teatro; era su "feudo personal", dicen
Renunció Riccardo Muti como director musical de la Scala de Milán
Analistas consideran que podría regresar al puesto Claudio Abbado, antecesor de Muti
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Riccardo Muti, durante uno de los ensayos en la Scala de Mil�FOTO Afp
Milan, 2 de abril. El director de orquesta Riccardo Muti renunció ayer a su cargo de director musical de la Scala de Milán, tras 19 años al frente, y asumió así las consecuencias del conflicto que vive desde hace semanas el teatro de la ópera.
Considerado uno de los grandes directores de orquesta del mundo pero criticado por dirigir la Scala como su propio feudo privado de espaldas a la innovación, dijo ayer que no tenía otro remedio que dimitir.
Nacido en 1941 en Nápoles, Muti es famoso por su mal genio, durante su dirección insistió en la integridad teatral de cada producción y resistiendo las intenciones del antiguo administrador para poner en escena piezas más populares, como musicales del siglo.
"La hostilidad manifiesta que me han demostrado personas con las que llevo trabajando más de 20 años hace imposible una continuación de mi actividad", declaró en un comunicado dirigido al consejo de administración.
Los empleados de la Scala se declararon en huelga a finales de febrero en protesta por el nombramiento de Maro Meli como nuevo director artístico de la ópera. Meli es considerado un protegido de Muti, pero no cae bien a los músicos.
El nuevo director artístico de la Scala fue nombrado en febrero sucesor de Carlo Fontana, quien se vio obligado a abandonar la ópera por las frecuentes peleas con Muti debido a cuestiones artísticas y económicas.
Comentaristas y expertos especulan acerca de los posibles sucesores de Riccardo Muti. Sobre todo se maneja el nombre de Claudio Abbado, a quien sucedió Muti en 1986 en el cargo de director musical del teatro de la ópera. En tanto, mientras unos opinan que la marcha del maestro sería "una catástrofe musical", otros afirman: "Milán superó en su día la salida de Claudio Abbado. La ciudad también sobrevivirá sin Muti".
La esposa de Muti, Cristina Mazzavillani, explicó recientemente que el maestro está tan amargado que piensa abandonar la carrera. No cabe descartar "que se vaya al extranjero o a otra ciudad italiana", dijo.