Contaminación y talamontes amenazan esta actividad
Curanderas exigen a autoridades que se protejan plantas medicinales
San Luis Potosi, SLP, 2 de abril. Las autoridades federales y estatales deben de "poner un poco de justicia" porque la contaminación de ríos, el uso de químicos en la agricultura y el arrasamiento de montes, selvas y bosques están acabando con la riqueza de plantas medicinales que posee México.
Así lo demandaron curanderas durante el cuarto Encuentro de Creadoras de Sueños y Realidades, Mujeres Indígenas en el Arte Popular, que se realiza en esta ciudad como una forma de intercambio y creación entre lo que se podría considerar como la parte femenina de la vanguardia creativa de los pueblos indios del país.
Dentro de la mesa Mujeres de Conocimiento, Medicina Tradicional, doña Vicenta Parra, indígena mayo de Sonora y especialista en caída de la matriz, males de la vejiga, sustos y molleras, dijo por ejemplo que en el desmonte se arrancan las plantas con todo y raíces, lo que acelera la extinción de especies.
"Todito se nos está yendo. ¿Y luego, qué vamos a hacer? Yo creo que se van a acabar las curaciones", señaló Parra, quien, como sus compañeras de mesa, realizó su intervención en castellano y en su lengua materna, como un intento para que los mexicanos vayan distinguiendo aún más la diversidad linguïstica del país.
Dijo que ante ese problema ella ha optado por sembrar en un terreno algunas plantas, como la flor de girasol, que sirve para hacer una pomada, pues ante la contaminación algunas han perdido sus cualidades curativas.
Sin embargo, muchas plantas que no son de su región las tiene que comprar. Por eso pidió el apoyo de las autoridades para crear una red de distribución de plantas medicinales. Además, como los pacientes que atienden casi no tienen recursos, a veces no les cobran o sólo reciben una cooperación.
Doña Juliana Sánchez Santos, nahua de San Luis Potosí y especialista en curar diabetes, cuestionó las dietas rigurosas de la medicina alópata para combatir esta enfermedad, pues dijo que debilitan al paciente.
En el campo la diabetes se agrava porque los habitantes casi siempre comen tortillas con chile, mientras que la recomendación fundamental es ingerir muchas verduras y cierto tipo de frutas.
Doña Raquel Hernández, pame también del estado anfitrión y quien suele curar empachos, diarreas y otros males del aparato digestivo, solicitó a los asistentes que confíen mucho en el efecto de las yerbas.
También les pidió que al tomar sus remedios tradicionales lo hagan con fe en "Dios y la Virgen Santísima", quienes le han dado a ella "harta sabiduría". Como quiera que sea, doña Raquel es reconocida por haber curado incluso algunos casos de gangrena. "Sí hay medicina para salvarnos", dijo.
Raíz, flor y canto
El encuentro sigue su curso y ya se han desarrollado varias mesas, como la de las mujeres indígenas videoastas, en la que destacaron trabajos como el de Esperanza Molina, seri de Sonora que ha podido convencer a las autoridades tradicionales yaquis para documentar danzas fundamentales como la del venado.
También han compartido sus experiencias las tejedoras y bordadoras, así como las radioastas y las narradoras orales. Una mesa que atrapó al público que asiste al Museo Regional Potosino y su Plaza Aranzazú fue la de Flor y Canto.
En ella se presentaron intérpretes y/o compositoras como Sofía Painequeo, mapuche de Chile que recrea la espiritualidad y la fiesta de su pueblo; Sara Mamami, quechua de Argentina que renueva la canción a partir de su raíz indígena.
También, Antonia Cesáreo, tének que desarrolla un trabajo importante con música para niños; Florinda Palma y Cristina Rayo, del alegre dueto rarámuri Rajeli; la jovencita tének Moelwitz (Capullo en Flor) Fernández, compositora nata; y la zapoteca Margarita Chacón, llena de elegancia, profundidad y ritmo. Ella cantó y declamó poemas de su padre, el poeta Nazario Chacón.
El encuentro aún depara muchas sorpresas, que surgirán de las sesiones de intercambio y creación colectiva. Un verdadero diálogo entre las artistas y sabias indígenas.