Juan Pablo II cambió el curso de naciones enteras y derribó muros, afirma la CEM
Adaptar la Iglesia católica a un mundo globalizado, tarea del futuro Papa
Niega Aguiar Retes que en la elección del próximo pontífice existan candidaturas perfiladas
Con la muerte de Juan Pablo II -hombre que cambió el curso de naciones enteras, revolucionó sociedades y derribó muros-, el futuro pontífice tendrá la enorme tarea de adaptar la Iglesia católica a las condiciones de un mundo cada vez más globalizado y continuar la todavía inacabada aplicación del Concilio Vaticano II en la estructura y vida cotidiana de la Iglesia, aseguró el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar Retes.
En conferencia de prensa, en la que expresó el profundo dolor de los obispos por el deceso de Juan Pablo II, rechazó que en el cónclave para elegir nuevo pontífice existan candidaturas perfiladas y contiendas con intereses personales entre los cardenales. Estimó que en un plazo de entre 15 y 20 días se podría tener al futuro Papa, que sería el número 265 en la historia de la Iglesia católica.
Por su parte, el prefecto de la Congregación de Salud del Vaticano, el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, dijo en entrevista telefónica que la curia romana está a la espera de instrucciones más precisas para la realización de las exequias del pontífice. Interrogado sobre la sucesión, el prelado pidió: "Démosle tiempo al tiempo y no violemos la intimidad y ternura de este momento del encuentro ente nuestro Señor y el Papa".
Al igual que el obispo Aguiar, el funcionario de la curia romana agregó que la Iglesia católica no actúa con criterios de otras instituciones, como las políticas, pues en muchas ocasiones lo que ocurre en el interior de la Capilla Sixtina durante de la realización del cónclave, no tiene explicación alguna para los hombres.
En el comunicado, Aguiar Retes, quien también se desempeña como secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano, señala que más allá de toda estadística, el papa Juan Pablo II deja grabada en nuestra Tierra la figura de un hombre que cambió el curso de naciones enteras, derribó muros y rompió fronteras.
"Dio a la humanidad un rostro de paz, de serenidad, de conciliación, su mensaje no fue indiferente, revolucionó sociedades, mentalidades e ideologías, aunque también a muchos incomodó(...) sus palabras fueron duras, pero llenas de verdad. Fue un punto de referencia de la conciencia moral del mundo contemporáneo. Sus posiciones y sus iniciativas manifestaron la grandeza de su personalidad y la validez de su pensamiento", dijo el obispo Aguiar.
Insistió que entre las principales tareas del futuro Papa está la de lograr que la Iglesia se adapte a los vertiginosos cambios de la sociedad, similar a la que ocurrió en el siglo XVI con el Renacimiento, donde se resquebrajó un modelo cultural para que surgiera uno nuevo.
"Hoy el camino es cómo lograr que la Iglesia se enraice en este mundo globalizado y continúe con los valores del Evangelio; muchos pueblos no cristianos están de acuerdo con ellos, pero no se refleja en las conductas personales y sociales, porque existe ausencia de paz, justicia, equidad y fraternidad, lo mismo que en defensa de la vida. En estos aspectos corremos el peligro de quedar marginados. Esta lucha es uno de nuestros grandes retos", dijo.