"El gobierno del cambio se quitó la máscara y no puede ya simular", asegura
PRI y PAN protegen de nuevo intereses de un grupo compacto: López Obrador
Ahora llamará "Salinas el innombrable" al ex presidente, para que la gente lo identifique
Ampliar la imagen Andr�Manuel L� Obrador, durante su conferencia de prensa FOTO Mar�Luisa Severiano
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, acusó al PAN y al PRI de "amacollarse", como siempre lo han hecho, para utilizar la ley con el propósito de proteger los intereses de "un grupo compacto", al dar el primer paso para consumar la "canallada" del desafuero, armado en Los Pinos y operado por el ex presidente Carlos Salinas, a quien, dijo, citará a partir de ahora como "Salinas el innombrable", para que la gente no tenga duda en saber de quién se trata.
Advirtió que esta acción, aunada a las declaraciones que siguieron del secretario de Gobernación, Santiago Creel, en nombre del gobierno federal; del procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, y del dirigente nacional del PAN, Manuel Espino, de "respeto a la legalidad", significa un retroceso de 30 años al discurso del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz.
"Evidentemente se trata de un grupo compacto que ve amenazados sus privilegios y están utilizando de manera facciosa las instituciones y están retorciendo la ley apoyándose en ese discurso de ayer (viernes)", apuntó.
Reiteró que esto tiene algo de positivo, porque pinta al llamado gobierno del cambio como es; "se quitó la máscara y no puede ya simular lo que verdaderamente es".
Por ello, su llamado a emprender un gran movimiento para la purificación de la vida pública, lo que hace necesaria una renovación tajante en el país, pues se está viendo que la ley se utiliza para proteger privilegios, que hay un doble discurso en el que impera la hipocresía. "Ni modo que no vamos a necesitar una nueva convivencia social, si vivimos en un océano de desigualdad donde cada vez hay más pobreza y sólo un grupo minoritario saca beneficios".
Luego de que ayer la sección instructora aprobó el dictamen de su desafuero, el mandatario capitalino sostuvo reuniones por separado en el transcurso de la mañana y hasta pasado el mediodía con el directorio de las redes ciudadanas, con los secretarios y directores generales de su gabinete, y con los presidentes en funciones y electo del PRD nacional, Leonel Godoy y Leonel Cota, respectivamente, con miras a la manifestación que se realizará en el Zócalo el próximo jueves, en que la Cámara de Diputados se erija en jurado de procedencia para votar el dictamen.
El jefe de Gobierno consideró que el proceso de desafuero en su contra es algo que se va a recordar, para ayudar a que la gente tenga presente cómo han sido los gobiernos autoritarios y antidemocráticos de otras épocas, pues es exactamente lo mismo que se está haciendo actualmente.
"Había mucha gente que pensaba que no se iban a atrever, no sólo porque era una injusticia, sino porque la consideraban totalmente irracional; sin embargo, lo hicieron", pero advirtió que esto no sólo pasa en México, sino que se da en cualquier parte del mundo, y puso como ejemplo al dirigente del movimiento por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos, Martin Luther King, a quien la primera vez que lo encarcelaron fue por conducir a exceso de velocidad.
López Obrador lamentó las justificaciones que dieron los diputados de ambos partidos al considerar procedente su desafuero, pues no sólo se trata de torcer la ley, sino también la realidad con sus argumentos falsos: "ahora resulta que soy un incumplidor de órdenes judiciales y por lo tanto se me tiene que aplicar la ley", dijo.
Criticó sobre todo el discurso del diputado Francisco Cuauhtémoc Frías, por haber citado al constituyente Heriberto Jara: "no sé para qué utiliza a un hombre tan consecuente como fue Jara para tratar de justificar una canallada.
"En efecto, el general Jara dice en el Constituyente de 1917 que el fuero es para que no se cometan venganzas políticas", con lo que evidenció que el legislador no estudió el caso y se quedó con la opinión de que no hubo en este asunto ninguna motivación política, "como si nos estuviésemos chupando el dedo".