Luto oficial en la isla en memoria del pontífice
Despide Cuba al Papa como "amigo"; marcó una época, dice
Ampliar la imagen Imagen del cardenal Jaime Ortega, quien en la televisi�ubana elogi� pontificado del Papa FOTO Archivo de La Jornada
La Habana, 2 de abril. El gobierno del presidente Fidel Castro despidió hoy al Papa Juan Pablo II como "un amigo", dijo que su obra "marca una época" y dispuso duelo oficial de tres días en memoria del pontífice.
Minutos después del fallecimiento de Karol Wojtyla, el canciller Felipe Pérez Roque habló a periodistas convocados de urgencia, para decir que el gobierno y el pueblo de Cuba "siempre vimos al papa Juan Pablo II, y lo seguiremos viendo, como un amigo, alguien que se preocupó por los pobres, que combatió el neoliberalismo, que luchó por la paz".
Por el duelo, de este domingo al martes, la bandera nacional estará a media asta en edificios públicos y se suspenderán un festejo nacional de los jóvenes comunistas y el campeonato de beisbol, según decreto del Consejo de Estado firmado por Castro.
Pérez Roque anunció que una delegación de alto nivel acudirá a los funerales en el Vaticano, y que las honras fúnebres serán difundidas ampliamente en la isla.
En correspondencia con esas muestras de homenaje, acentuadas por la decisión de abrir los medios informativos al tema, el canciller transmitió un mensaje cálido, de amistad sin matices.
La declaración del ministro expresó el "profundo pesar" del gobierno y siguió a un gesto oficial sorpresivo y desacostumbrado: la concesión de unos ocho minutos al cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, para que enviara un mensaje sobre la salud del Papa agonizante, dentro del noticiero nocturno del viernes pasado.
En la televisión, bajo control gubernamental, Ortega no aparecía desde hacía siete años, cuando habló también motivado por el Papa: aquella vez fue por la visita del pontífice a Cuba, en enero de 1998.
El gesto tuvo un seguimiento esta noche, cuando el sacerdote Rolando Cabrera García, vocero de la Conferencia de Obispos, apareció en el noticiero para anunciar que la misa funeral por el Papa será oficiada por Ortega el lunes en la catedral de La Habana, tras lo cual el cardenal viajará a Roma para asistir a las exequias y a la elección del nuevo jefe de la Iglesia católica.
Pérez Roque recordó "con gratitud" la visita del Papa a Cuba y la declaración que hizo entonces el pontífice contra el bloqueo estadunidense ("medidas económicas restrictivas, impuestas desde fuera del país, injustas y éticamente inaceptables").
También evocó la recepción que el Papa dio a Castro, cuando el líder cubano visitó en 1996 el Vaticano.
Consultado por la prensa, Pérez Roque evitó especular sobre las versiones que colocan a Ortega como candidato al papado: "Este es un momento, sobre todo, de acompañar en su dolor a los creyentes".
El viernes en la noche, el cardenal cubano fue avisado apenas con media hora de antelación que recibiría la visita de un equipo de la televisión para grabar un mensaje sobre el Papa, según fuentes bien enteradas.
Ortega improvisó una declaración ordenada y limpia, de cuatro partes casi iguales, en la que informó el estado del pontífice, valoró su pontificado, recordó la visita a la isla y convocó a la oración.
En alusión a críticas que hizo Karol Wojtyla al sistema político cubano durante discursos en la isla, Ortega recordó cómo Castro, al despedirlo, agradeció al visitante todas sus palabras, inclusive aquellas en las que discrepaban.
"Y esa es la grandeza del Papa", dijo el cardenal. "Haber dicho siempre con sinceridad su pensamiento, haber llevado lo que él cree que es el bien y la verdad a todo el mundo, y haberlo hecho con amor, con respeto, con hidalguía".