Es la peor matanza en más de una década; tres niños, entre las víctimas
Grupo armado asesina a 41 personas en dos suburbios de Río de Janeiro
Presumen autoridades que los responsables son policías militarizados
Ampliar la imagen
En Nova Iguaz�nde los criminales dispararon al azar FOTO Reuters
Rio de Janeiro, 1º de abril. Una matanza de 41 personas se produjo entre la noche del jueves y esta madrugada en dos suburbios de Río de Janeiro, entre cuyas víctimas había tres niños, en una acción de un grupo de exterminio que se movilizó en dos coches y que posiblemente sean policías militarizados.
El gobierno brasileño expresó su indignación por los hechos y prometió que el crimen no quedará impune, en lo que constituye la peor matanza de escuadrones de la muerte en más de una década desde la ocurrida en 1993 en Vigario Geral, también en esta ciudad, cuyo saldo entonces fue de 21 muertos a manos de policías militarizados.
Esta vez grupos similares actuaron en las zonas de Nova Iguazú, donde cuatro hombres armados, a bordo de un automóvil, dieron muerte a 15 personas en un bar y después, en la calle, a otras 14. Los criminales repitieron la operación en la vecina localidad de Queimados, donde asesinaron a otras 12.
Los homicidas actuaron con rapidez, pero se dieron tiempo para recoger los cartuchos disparados. Aunque la policía logró recuperar algunos calibre 40, identificado como el de armas policiales, de acuerdo con un investigador.
Entre las víctimas está un funcionario público que estaba tomándose una cerveza en un bar, un cocinero que iba a su casa, una prostituta, dos ciclistas y tres niños. De acuerdo con testigos, "todo fue muy rápido" y los criminales dispararon al azar.
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, Marcelo Itagiba, aseveró que era posible que efectivos de la policía militarizada local hayan llevado a cabo la masacre en represalia por el arresto, el pasado jueves, de ocho oficiales acusados asesinar a dos hombres en un terreno vecino a su batallón, en el municipio de Duque de Caxías.
Afirmó que "lo único que puedo prometer, pese a que no es un consuelo, es que el crimen no quedará impune", el cual, consideró, fue perpetrado por "bestias". Añadió que las autoridades no renunciarán al "operativo limpieza", iniciado en las corporaciones policiacas.
También el ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, aseguró que el crimen no quedará impune y ofreció ayuda federal, tras despachar a efectivos de la policía para tratar de identificar y capturar a los asesinos.
Se dijo que ya se tenía el retrato hablado de uno, y se ofreció una recompensa equivalente a mil 800 dólares a quien contribuya en la detención de los autores materiales del crimen.
Amnistía Internacional aseveró que estos "horrores" anulan cualquier esperanza de que ese tipo de hechos no volvieran a repetirse y de cuán lejos pueden llegar los escuadrones de la muerte para propagar el terror y resistir los intentos de las autoridades para detener sus actividades.