Maniobra para evitar que el sol azteca controle el Congreso
Traiciona el PAN al PRD para unirse al tricolor en QR
Hendricks y su sucesor impulsan negociación de última hora
Ampliar la imagen Durante la disputa entre diputados por el reparto de comisiones en el Congreso de Quintana Roo FOTO Manuel Aguilar
Chetumal, QR., 31 de marzo. Después de una ardua lucha por el control del Congreso estatal, el PRI logró que el PAN diera la espalda a la bancada perredista para evitar que ésta tomara el dominio del Poder Legislativo, en una maniobra calificada por el sol azteca de "alta traición a la democracia".
Según el presidente del consejo estatal perredista, Patricio Cervantes Romero, en una negociación de última hora, impulsada por el gobernador Joaquín Hendricks y su sucesor, Félix González Canto, PRI, PAN, Convergencia y PVEM impusieron su mayoría para apoderarse de los cinco puestos que integran la Gran Comisión del Congreso, aplastando así a la segunda fuerza política del estado.
Manuel Valencia Cardín, líder estatal de Convergencia, asumió la presidencia de esa instancia legislativa, mientras panistas y priístas se repartieron por igual las cuatro comisiones restantes. Cabe resaltar que es la primera vez en la historia del estado que el priísmo no tiene el monopolio del órgano legislativo.
El reparto del poder fue precedido de una serie de negociaciones en las que participaron Carlos Navarrete Ruiz, secretario general del PRD; Carlos Canabal Ruiz, alcalde interino de Cancún, y el consejero nacional del sol azteca en la entidad, Salvador Ramos Bustamante, quienes llegaron al extremo de ofrecer al PAN la presidencia de la Gran Comisión a cambio de que no pactara con los priístas.
Los 25 diputados que integran la actual legislatura protagonizaron desde la semana pasada una batalla por el control del Congreso. El PRD mantuvo hasta el final su alianza con el PAN, con el objetivo de tener 13 votos asegurados, pero ayer el tricolor llegó a un acuerdo con las demás fracciones y logró afianzar 16 de los 25 sufragios posibles.
Programada para empezar en punto de las 19 horas, la sesión para el reparto de las 18 comisiones fue postergada dos horas, ya que el presidente de la mesa directiva, el perredista Marcos Basilio Vázquez, mantenía una reunión a puerta cerrada para definir la estrategia a seguir, pero la derrota era inminente.
En un recinto repleto, dominado por burócratas del gobierno del estado y del ayuntamiento, la tardanza de los perredistas obligó al panista Mario Rivero Real a dar inicio a la sesión, asumiendo el cargo de presidente.
Minutos después apareció la bancada del PRD para anunciar que "en aras de la búsqueda de acuerdos" se aplazaba la sesión para mañana, decisión que no fue aceptada por la mayoría.
Sin embargo, al confirmar que la sesión continuó sin ellos y que se había efectuado el reparto de comisiones, con la participación de 16 legisladores, el bloque de nueve diputados -ocho del PRD y una del Partido del Trabajo- ingresó de nuevo al recinto con la intención de reventar la sesión.
Los legisladores se enfrascaron en una discusión que fue subiendo de tono y que incluyó jaloneos y amenazas; incluso la perredista Rosa María Tuz Perera arrebató al panista Mario Rivero el reglamento que leía desde el podio, mientras Clementino Angulo, del PRI, protegía el ánfora que intentó quitarle un perredista, pero todo fue inútil.