La decisión
La decisión histórica de la sección instructora de la Cámara de Diputados sobre la acusación penal -de naturaleza política- que le está haciendo el gobierno de Vicente Fox al jefe de Gobierno de la capital, Andrés Manuel López Obrador, por el supuesto desacato a una decisión judicial en el caso del predio El Encino, y cuyo principal finalidad es inhabilitarlo como candidato para 2006, tendrá hoy su primera (y acaso última) fase con el dictamen de la sección instructora sobre la pertinencia o no de someterlo a éste a un juicio de procedencia. Y, como no se puede ya ocultar, de tal decisión dependerá que el país entre en una crisis política y social por la ruptura que está haciendo el régimen foxista del orden constitucional.
1. Un dictamen favorable a que el pleno de la Cámara de Diputados se aboque al asunto en términos del 111, y decida si ha lugar a proceder contra el inculpado, sería contra la razón y contra el derecho y aceleraría el proceso de quebrantamiento del orden legal del país, pues del examen del caso se desprende de manera contundente que no hubo desacato, que no se cometió delito alguno y que no se puede probar responsabilidad alguna del jefe de Gobierno, por lo que no hay más que una campaña mediática que obedece a la connivencia del cártel salinista con Vicente Fox, que en sus ambiciones obnubiladas cree que puede imponer a su sucesor en 2006.
2. Al margen de la decisión que tome la sección instructora y en su eventualidad el pleno, el daño que Fox y Salinas le han hecho al país es ya irreparable, pues las instituciones del Estado han sido utilizadas para fines políticos privados, como acontece con la PGR, que ignorando que los casos de este tipo que se presentaron en el pasado se resolvieron sin conflicto y que hay decenas de acusaciones similares contra Fox, pretextó ahora que el juez le habría ordenado proceder contra López Obrador, lo cual es mentira, pues en México, según el 21 constitucional el monopolio de la acción penal lo tiene el Ministerio Público, que en este caso fabricó venalmente el caso.
3. La PGR no está luchando en México contra el crimen, pues Rafael Macedo de la Concha, un militar de tercer nivel, fue puesto en el cargo tanto para cuidarle las espaldas a Zedillo y a Salinas, y encubrir los actos de corrupción del foxismo -lo que ha hecho con diligencia-, como para aparentar una lucha (que no existe) contra el narco en los términos que se lo permiten la DEA, que actúa de manera impune en México.
4. El intento de "desafuero" confirma así, entre otras cosas, que no hay una transición política en México ni mucho menos "democrática", pues quienes lo han promovido y lo apoyan no son más que un pequeño grupo de políticos y neoempresarios pertenecientes al cártel salinista, esa mafia de intereses creados que se instaló en el poder en 1988, que colocó a Fox como su pelele en Los Pinos en 2000 y que busca prevalecer por seis años más, pero que no pudo concitarse respaldos significativos a su intento golpista.
5. Fox fracasó estruendosamente en su intento de vender al sector privado y a grupos del extranjero la tesis fabricada por los publicistas de Los Pinos de que López Obrador era un peligroso populista y un político autoritario enemigo de la libre empresa, pues ni el gobierno de Bush -que le dio a Fox una patada en el trasero en Waco-, ni la mayor parte de los empresarios mexicanos se la creyeron, pues el desplegado de última hora publicado por la Coparmex (30 de marzo) no representa más que el parecer de algunos asociados del gobierno en los negocios del sexenio.
6. En estos meses, lo único que logró Fox fue aparecer él mismo como un individuo enajenado que busca imponer a su candidato en 2006, y que en su afán mezquino y patrimonialista no ha dejado, como poseído, de pisotear la Constitución y las leyes del país, utilizando a la PGR para sus fines personales y desprestigiando a las instituciones de la República a las que ha usado para fines privados: a la Suprema Corte, al Congreso, a la prensa, a los partidos. Y colocando al IFE en la situación de tener que organizar en 2006 unas elecciones espurias para instaurar a un gobierno ilegítimo.
7. El "desafuero", a pesar de la campaña de propaganda del gobierno, ha terminado por aparecer cada vez más como una componenda vulgar de Los Pinos con la cúpula del PRI por eliminar al candidato más popular para 2006. La publicación en Milenio diario el lunes 28 de una nota revelando que desde hace semanas el presidente priísta Robero Madrazo negoció con el delfín foxista Santiago Creel el desafuero a cambio de que el gobierno de Fox: A) cerrase por completo el Pemexgate concediendo inmunidad a Beatriz Paredes, Humberto Roque y Emilio Gamboa; B) destinase la mitad del excedente petrolero a los gobernadores y presidentes municipales madracistas; C) resolviese a satisfacción de sus dirigentes el caso del Partido Verde, y D) diese carpetazo a las acusaciones contra Luis Echeverría, causó una conmoción no porque se confirmase lo que ya se conocía, y que atrás del fallo de los diputados hay una componenda, sino por el cinismo de los actores políticos, pues luego de que el CEN priísta tratase de hacer un tibio desmentido, la periodista Marcela Gómez Zalce confirmó que el propio Madrazo le había dado la información (29 de marzo), lo que éste no pudo negar (30 de marzo).
8. El temor de la cúpula del PRI ante el hecho de que en el escenario actual el costo por la decisión lo va a pagar más el tricolor que el PAN es real. Los diarios publican cotidianamente listas de gobernadores, legisladores y dirigentes priístas que se oponen al "desafuero".
9. La lucha de estrategias entre Los Pinos y el PRI, tratando de colgar cada uno de los aliados al otro el costo por la gravísima decisión, ha terminado por sentar en el banquillo de los acusados como primer responsable al propio Madrazo, que con el desafuero pretendía eliminar a su adversario (lo que muy difícilmente logrará), sin sopesar de manera suficiente que el primer eliminado para 2006 sería él, pues cargaría con la responsabilidad del acto golpista en la trampa que le tendieron Fox y Salinas. Y es así que los priístas ven ahora aparecer el escenario real, diseñado por Salinas, quien empujó a Madrazo a apoyar el desafuero para, una vez usado y desgastado, librarse de él y poder recambiarlo como candidato priísta, con toda certeza por Nati, mientras que el PAN ante el desprestigio de Creel no tendría más pieza de recambio que la propia Marta.
10. La intentona de "desafuero", en todo caso ha generado un vasto movimiento social de inconformidad, que crece día a día para organizar la resistencia civil, y que sólo quienes toman las decisiones en Los Pinos pretenden no ver porque saben que desde ahora la Historia los ha condenado.