Plantea éxodo urbano y más enfermedades
El problema del agua, "bomba de tiempo", advierte especialista
De continuar la "situación crítica" ocasionada por el mal manejo del agua en el país "vamos a llegar a un punto" en el que la población comenzará a abandonar las ciudades por el desabasto, la lucha por el líquido se extenderá y se incrementarán las enfermedades relacionadas con esta problemática, advirtió Alejandra Cortés, coordinadora del grupo de hidrología isotópica del Instituto de Geofísica de la máxima casa de estudios.
En entrevista, la experta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que este conflicto es una "bomba de tiempo" y ya existen manifestaciones claras de ello. Por ejemplo, en el ámbito de la salud hay puntuales evidencias de enfermedades vinculadas al problema del agua, ya sea por carencia o por contaminación, entre otras causas.
La especialista destacó que el "agua no se puede sacar por decreto" y que "hemos llegado a una situación crítica" debido a la falta de planeación, a que la investigación en la materia no tiene el peso que debería en la estructuración de políticas y también por el derroche del líquido.
De seguir así, advirtió, existen varios "riesgos" porque "todo sistema tiene un punto crítico donde empieza la decadencia". Uno de ellos es el del "abandono de ciudades", pues en el momento en que la gente no pueda vivir en las urbes, sobre todo por el desabasto de agua, empezará a emigrar.
Otro riesgo es que problemas como el de Iztapalapa "se puedan extender. Puede haber vandalismo y peleas por el agua. A lo que se está obligando a la gente es a que la saque de los registros".
Cortés enfatizó que es necesario que la población tenga conciencia de lo que podría suceder al quedarse sin agua un solo día. Lamentablemente, dijo, el ser humano no valora lo que no cuesta y aunque "el pago es relativo, también es importante".
Insistió en que es necesario que la gente conozca, por ejemplo, que la lata de refresco de 250 mililitros cuesta más de 20 litros de agua en su manufactura; como éste sobran casos de derroche.
Por su parte, Ramiro Rodríguez, investigador del instituto, consideró que el problema es más de tipo educacional, estructural, político y económico, e insistió en que "no es que no haya agua, sino hay mal manejo del recurso".
Consideró que existe "falta de voluntad política" y "miedo político" respecto de las consecuencias que podría traer tomar medidas al respecto. Sin embargo, cuando se llegue a un "punto crítico", seguramente subirá el precio y se tomarán medidas drásticas de ahorro. Por ello planteó lanzar una convocatoria general para que expertos, políticos y otros actores puedan realizar un análisis y establecer propuestas de solución.