Visitantes a la reserva además cazan venados y se llevan restos de meteoritos: Semarnat
Denuncian robo de especies en la Zona del Silencio, en Durango
La dependencia cierra el área protegida en estas fechas para hacer inventario y analizar cobro
Durango, Dgo., 25 de marzo. La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cerró al turismo la reserva nacional Zona del Silencio, ubicada en Durango, y colindante con Coahuila y Chihuahua, debido al saqueo, por parte de los paseantes, de restos de meteoritos, fósiles, tortugas del desierto y cactus, además de la caza de venado que practican en esta área.
Luis Rangel Pescador, delegado de la dependencia en Durango, informó que ese centro permanecerá cerrado lo que resta de la Semana Santa y continuará así durante la siguiente semana. La Zona del Silencio abarca 30 mil hectáreas en tres estados: Durango, con 25 mil;Coahuila, con más de 3 mil, y el resto en Chihuahua.
"Estamos en una etapa de restructuración de las dos reservas que tenemos en Durango: la de Mapimí (donde se ubica la Zona del Silencio) en los meses recientes ha estado sujeta a un análisis que determinará el número de paseantes que ingresan y las posibilidades del cobro por acceso, pero también hay casos de depredación y sustracción de meteoritos, de fósiles, de las propias tortugas y otras especímenes florísticas de la región", señaló.
"Lamentablemente, por el lado de Torreón, Coahuila, entran cazadores furtivos que van por el venado bura, mejor conocido como venado del desierto, por lo que se están tomando medidas para evitar que por ese estado sigan entrando cazadores", sostuvo el funcionario.
Por el lado de Durango, donde está la entrada principal para los turistas, la sustracción de tortugas, fósiles, meteoritos y cactus ha sido mediante robo hormiga.
"La sustracción sí es grave, porque el concepto de área natural protegida es conservar el sitio tal y como está, con todos sus elementos, ese es el objetivo principal de toda área protegida, en este caso se cuida a la tortuga del desierto, única en todo el país, está en peligro de extinción, y con el robo esta especie pronto se agotará", expresó.
Aclaró que quien sustrae la tortuga del desierto no podrá tenerla más de unos meses, porque muere al salir de su hábitat.
Respecto de los fósiles, meteoritos y cactus, Rangel Pescador explicó que el visitante los embolsa en su pantalón o los guarda y los saca del lugar porque "falta vigilancia, pero no tendríamos capacidad para estar pendientes de toda la zona por la extensión de la reserva, lo que se requiere es mayor difusión, que nos lleve a la concientización", expresó.
En el hurto, dijo que participan también los organizadores de viajes y agencias, y si bien éstos "no promueven el saqueo, tampoco lo frenan, porque caen en la complicidad".
Explicó que ni los meteoritos ni las tortugas, ni las especies vegetales pueden ser ponderados económicamente, y no sirven ni para el mercado negro, son para la casa, como recuerdo, o para el jardín.
Dijo no tener inventario de cuántas tortugas o venados bura existen en la región ni qué parte del cierre realizado a esta reserva es para hacer este trabajo y a partir de ahí mantener mayor vigilancia.
Rangel Pesador aseguró que podría cercarse algunas áreas de la Zona del Silencio y se cobraría por su ingreso, aunque esto deberá analizarse.