"Debe abrirse la puerta a la participación de mucha gente, sin importar su partido"
Convoca López Obrador a formar un equipo para cambiar el país
El desafuero mostró el rostro fundamentalista de los "verdaderos demócratas", aseguró
Ampliar la imagen Durante la lectura del documento hubo muestras en contra del proceso de desafuero contra L� Obrador FOTO Mar�Mel�rez Parada
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, convocó a formar un "equipo para conducir y llevar a la práctica la gran tarea de la regeneración nacional" e hizo un llamado a la reflexión de que es posible contar con la voluntad popular para impulsar un proyecto visionario, realista, acorde con los intereses del pueblo y que convoque a la esperanza sin caer en ocurrencias, improvisaciones y engaños.
Al rendir su primer Informe Trimestral de Gobierno 2005 en el Auditorio Nacional, López Obrador afirmó que "la tarea no es de un solo hombre, ni se limita sólo a mejorar las condiciones materiales de la gente. Se trata de emprender una renovación tajante, una verdadera purificación de la vida pública. Se trata de echar a andar un gran movimiento transformador capaz de crear una nueva legalidad, una nueva economía, una nueva política: una nueva convivencia social con menos desigualdad y más justicia y dignidad".
Momentos antes de iniciar la lectura del informe, López Obrador pidió guardar un minuto se silencio en memoria de Samuel del Villar, quien formó parte en su equipo de asesores durante sus primeros años de Gobierno.
Advirtió que nuestra historia ha demostrado que la transformación de México no se puede enfrentar con "gente improvisada, con ambiciones vulgares, con funcionarios mediocres y ladrones" y criticó a quienes se decían "verdaderos demócratas", pero con el desafuero mostraron su verdadero rostro de "fundamentalismo de derecha".
De entrada, López Obrador dijo que "en política siempre es importante definirse" y por ello, desde el principio, se tomó la determinación de no dejarse arrastrar por los paradigmas del neoliberalismo ni la política tradicional alejada de los intereses del pueblo.
Demostración de una nueva política
"Nos propusimos demostrar que es posible aplicar una nueva política", apuntó y, si bien reconoció que falta mucho por hacer en los dos objetivos fundamentales que se planteó al iniciar su gobierno: frenar el empobrecimiento de la gente y exaltar el orgullo por la ciudad, "hoy puedo afirmar que hemos avanzado", se ha roto la inercia y "la ciudad está saliendo del letargo en que se encontraba".
No dudó el mandatario capitalino en afirmar que el Distrito Federal es la primera entidad del país en programas sociales, donde hay más inversión privada nacional y extranjera, se generan más empleos y se destina más presupuesto a obras públicas.
En su discurso, el gobernante destacó que "el modelo aplicado en la ciudad de México y la fecunda experiencia que ha producido me permite sostener con firmeza que es posible llevar a cabo un proyecto alternativo de nación", que es, precisamente, el origen de las campañas en su contra, afirmó.
Surgió en este punto nuevamente el apoyo de un Auditorio completamente lleno: "¡No estás solo!", "¡No estás solo!"
"No se me juzga por violar la ley, sino por mi manera de pensar y por lo que pueda representar, junto con otros mexicanos, para el futuro de nuestra patria. Pero no vamos a transar ni aceptaremos componendas", dijo y la gente aplaudió. "No podemos permitir que sigan empobreciendo al pueblo de México, entregando bienes nacionales y robándose el patrimonio de todos los mexicanos. Aunque no les guste vamos a seguir trabajando por la ciudad y vamos a seguir perfeccionando el proyecto que aplicaremos para la verdadera transformación del país."
Y fue en este punto cuando lanzó su convocatoria: "Precisamente por eso, hoy que se conmemora el natalicio del presidente Benito Juárez creo oportuno convocar a una reflexión colectiva: podemos contar con la voluntad popular; podemos aportar un proyecto visionario y realista acorde con los intereses del pueblo; pero es indispensable formar un equipo para conducir y llevar a la práctica la gran tarea de la regeneración nacional".
Esto, advirtió, para no caer en ocurrencias, improvisaciones y engaños. "Un proyecto de gobierno debe convocar a la esperanza, pero sin caer en falsas promesas. Un gobierno sustentado en promesas falsas, más temprano que tarde, termina enredado en la demagogia."
Esto, apuntó, porque si bien el proyecto es básico, un buen gabinete es determinante, y puso de ejemplo el gobierno de Juárez y las personas de las que se rodeó, que fueron definidos por Antonio Caso como "gigantes", que lograron en condiciones adversas consumar una segunda independencia, restaurar la República y establecer las bases de un Estado nacional nuevo.
"A eso convoco -siguió-; empecemos a trabajar en la integración de un amplio equipo. Abramos las puertas a la participación de mucha gente que reúna esos requisitos, sin importar su filiación partidista."
El desafuero, terminó diciendo en su discurso, permitió "medir a los verdaderos demócratas" y contemplar el verdadero rostro de los "simuladores que se quejaban del 'fraude patriótico', pero ahora vociferan a favor de lo que conciben, en su fundamentalismo de derecha, como un 'desafuero patriótico'. No cabe duda que su verdadera doctrina es la hipocresía".
Ratificó su llamado a la gente para que esté atenta a la movilización el día que se decida su desafuero en la Cámara de Diputados y remató con la consigna: "¡No al desafuero!", que el auditorio comenzó a corear, por lo que el gobernante tuvo que levantar más la voz para concluir: "¡Viva Juárez!, ¡viva la ciudad!, ¡viva México!"
Un grupo de Antorcha Popular intentó llegar al Auditorio Nacional para protestar contra el jefe de Gobierno, quienes fueron contenidos en Reforma por la policía.