Estudio de comisión legislativa anticipa presiones al erario para cubrir retiros
Serán "miserables" las pensiones de la mayoría de inscritos en las Afore
Sesenta por ciento de los trabajadores inscritos en una administradora de fondos para el retiro (Afore) tienen ingresos de uno a tres salarios mínimos, por lo que al jubilarse el monto de sus aportaciones no será suficiente para recibir la pensión mínima garantizada, y el Estado deberá destinar recursos fiscales para cubrir ese déficit, revela un estudio de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados.
Lo anterior representa una presión para las finanzas públicas, pues el gobierno federal ya ha utilizado la mayor parte de los recursos disponibles al pago de pensiones, y "las únicas ganancias son para las Afore, que sangran a los trabajadores como sanguijuelas, y para una banca abusiva, parasitaria y poco solidaria con la nación", establece.
Al respecto, el presidente de dicha comisión, Miguel Alonso Raya, afirmó que ese sistema de retiro no tendrá viabilidad mientras las empresas mantengan los altos cobros por manejo y saldo de las cuentas, los cuales, en siete años -de 1997 a 2004-, dejaron a las firmas ganancias por más de 65 mil millones de pesos.
El panorama se agrava, explicó, porque 80 por ciento del ahorro de los trabajadores (en las cuentas hay 470 mil millones de pesos) está en papeles gubernamentales y 15 por ciento en renta variable, cuando debiera utilizarse en inversión pública.
Las consecuencias del esquema vigente de pensiones para los afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), abundó, serán aún más severas con los empleados eventuales -costureras y trabajadores de la construcción y servicios, entre otros-, pues la mayoría requerirá cotizar hasta 50 años para tener una "pensión miserable".
La comisión también cuestiona el discurso presidencial de que las pensiones del IMSS son autosuficientes, pues tan sólo desde 1997, cuando entró en vigor la nueva ley del instituto, "se han destinado 329 mil 600 millones de pesos para cubrir las pensiones bajo la ley anterior, con cargo a recursos fiscales".
El legislador explicó que esa falta de autosuficiencia persistirá, porque los rendimientos sólo benefician a las administradoras y a los bancos, para los que manejar el ahorro de los trabajadores constituye "un negocio redondo y puede llegar un momento crítico en que los empleados eventuales dejen de aportar porque no tienen dinero, pero con el cobro de comisiones terminen por deberle" a las Afore.
El estudio de la comisión legislativa sostiene que, al utilizarse 329 mil 600 millones de pesos para cubrir las pensiones otorgadas bajo la ley anterior, se ejerció, en sólo siete años, 93 por ciento de los recursos proyectados para la primera década de la reforma.
"Comparativamente, en 1995 se dijo que el costo anual de la reforma durante los primeros 10 años sería de 0.40 por ciento del PIB, en promedio. Sin embargo, el costo real ha sido de 0.54 por ciento como promedio anual, lo que implica que ha estado 35 por encima de lo esperado, y en 2005 el promedio anual será de 0.75 por ciento", detalla.
Además, explica, bajo la nueva legislación el gobierno federal está obligado a realizar una nueva aportación al seguro de retiro, cesantía y vejez, denominada cuota social. De 1997 a 2005 el monto transferido a ese rubro ha sido de 10 mil 427 millones de pesos, de los cuales sólo en el sexenio de Vicente Fox se han utilizado 71 mil 709 millones, lo cual constituye una presión económica para las finanzas públicas.
Hasta ahora, explicó Raya, no se ha estimado el costo fiscal que deberá asumir el Estado para cubrir la pensión mínima garantizada, porque al final de su vida productiva los trabajadores que perciben entre uno y tres salarios mínimos no habrán acumulado suficientes recursos para su retiro.
"Esto echa por tierra aquel discurso de que los ahorros administrados por particulares beneficiarían a los trabajadores. Porque el rendimiento no es tan bueno, los recursos se invierten en papel gubernamental y las pensiones que recibirán serán miserables y muy lejanas a los paraísos que ofrecían las Afore", sostuvo.
De acuerdo con el informe semestral sobre la situación que guardan los sistemas de ahorro para el retiro, de julio a diciembre de 2004 el total de cuentas registradas en las Afore ascendió a 33 millones 316 mil 492, en sólo 39.3 por ciento de las cuales los trabajadores registrados estaban dados de alta ante el IMSS como activos entre noviembre y diciembre, y su salario promedio de cotización fue de 3.9 veces el salario mínimo general. Sin embargo, 60 por ciento de los trabajadores que cotizan en la institución recibe menos de tres minisalarios.