Los adoradores del Sol pueblan Teotihuacán
Ampliar la imagen Los cientos de visitantes de Teotihuac�se cargan de energ�y elevan sus oraciones en direcci�acia el oriente, adonde nace el Sol FOTO JESUS VILLASECA
ANGEL VARGAS ENVIADO
Teotihuacan, 20 de marzo. Para algunos la consigna era estar en Teotihuacán. No importa en qué o en quién se crea, lo mismo Jesucristo que Quetzalcóatl. Inclusive se vale ser agnóstico y haber llegado hasta aquí como mera ocurrencia tras una larga e intensa noche de juerga.
Así, entre lo místico, lo ritual, el chacoteo o el cachondeo, cientos de personas recibieron este domingo el equi- noccio de Primavera en la cima de la pirámide del Sol, en las plazas y en los caminos de entrada a la zona arqueológica.
La presencia humana sobre la colosal edificación y zonas aledañas no fue superior al millar de seres para la hora en que ocurrió el evento astronómico: 6:30 de la mañana.
Cifra poco significativa si se considera que las autoridades estiman recibir más de 800 mil visitantes entre el 20 y el 21 de marzo, y más raquítica aún desde la perspectiva de los comerciantes y artesanos locales, que calculan dos millones.
Bendita PRI-mavera
Ante la cercanía de las elecciones en el estado de México, la sección estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) busca aprovechar la llegada de la primavera para abultar su lista de militantes.
Desde temprana hora de este domingo -harán lo mismo hoy-, 500 promotores pagados por ese partido se ubicaron en los perímetros del área con la encomienda de cazar, cada uno, a por lo menos 60 personas que estén dispuestas a afiliarse.
Esto a cambio de una tarjeta con la que se prometen descuentos en tiendas de autoservicio. No hay más requisito que mostrar la credencial de elector, sin importar la ciudad de residencia. Cada brigada cuenta con cámara digital para tomar la foto en el acto, aunque el documento será enviado días después al domicilio.
Para aquellos que se interesan en ''la promoción'' y no cuentan con credencial del IFE, se instalaron al menos tres camionetas en las que, según los promotores, pueden obtenerse "los datos oficiales de empadronamiento en el momento y hacer la afiliación".
Tradición dominguera
El frío de la madrugada calaba inclemente cuando se abrieron las puertas de la Ciudad de los Dioses, a las 5 de la mañana, horario extraordinario con motivo de la fecha. Decenas de personas esperaban ya la entrada, en fila.
La mayoría vestían de blanco y con un listón rojo en la cabeza; llegaron así preparados para un ritual de purificación y renacimiento. Otros iban vestidos común y corriente y algunos con atuendos prehispánicos.
Varios llevaron objetos religiosos y místicos, como cuarzos, pirámides de cristal, amuletos e imágenes de santos. También hubo quienes portaron cosas más personales, entre ellas accesorios de vestir, fotografías, perfumes y hasta ositos de peluche, que sirvieron para montar improvisados altares.
Todo sea para cargarse de energía, según el decir de varios desmañados, que llegaron inclusive con bebés o niños que reclamaban, lloran- do, por el frío, el sueño, el hambre o de plano porque querían irse ya.
En contraste, no pocas parejas de jóvenes seguramente no querían ver terminado esos momentos de dicha. Besos, abrazos, caricias, arrumacos... cachondeo. La llegada de la primavera, pues.
Nadie, o muy pocos, saben que esta tradición o fenómeno místico-sociológico-comercial de recibir el equinoccio en Teotihuacán es muy reciente, según el director de la zona arqueológica, Arturo Zárate.
La costumbre cuenta con poco menos de 20 años de existencia y sus orígenes son atribuidos a Margarita López Portillo, hermana del ex presidente, y al llamado masivo que el conductor Raúl Velasco hizo a mediados de los 80 durante su programa Siempre en Domingo.
"Entra en mí; lo estoy sintiendo..."
Lo mismo a Jesucristo que a Quetzalcóatl, a Prometeo que a la "Gran inteligencia central" o a cuantas divinidades uno imagine, las oraciones se elevaron en coro hacia el cielo, al igual que los brazos, en dirección oriente, hacia donde nace el sol.
De pie, sentados, hincados, en flor de loto, acostados, con los ojos cerrados o abiertos, como sea, una imagen se repitió en el transcurso del día: alguien comenzaba a rezar y el resto repetía la frase, sin reparar en su significado.
"¡Oh, tú, gran inteligencia central que compartes con nosotros el espacio, que incluyes en cada cosa la chispa de la divinidad, te imploramos perdón y paz". "Por nuestro señor Quetzalcóatl, que con su sacrificio y penitencia en esta Semana Santa hizo posible que estemos en vida."
Y así, una tras otra, y el coro, repitiendo: "¡Oh, Cristo de sol, que tus flechas de fuego traspasen mi corazón, limpiándolo de toda maleza (sic), de todo infundio, llenándolo de amor y paz". "Amor, sabiduría, vigor, fortaleza, salud, penétrame, entra en mí; lo estoy sintiendo".
En la atmósfera se mezclaban los aromas de copal, inciensos, bálsamos rituales, diferentes perfumes, sudor, humores y, por allí, de vez en cuando, cierto olor a mota.
Para la ocasión, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) montó un operativo especial, que se inició en las casetas de cobro de las autopistas, donde se proporcionaba a cada automovilista un folleto con información sobre la zona arqueológica y dicha operación.
Ese ejercicio, que durará 38 horas, consiste en la vigilancia del área y el perímetro arqueológicos por 2 mil elementos; la prohibición de introducir animales, bebidas alcohólicas, drogas y hierbas, así como de llevar a cabo ceremonias y rituales, entre otros puntos.
Sin embargo, se introdujeron animales domésticos; una larga fila esperaba las limpias exprés que cinco curanderos hacían por 10 pesos, justo a los pies de la Pirámide del Sol; de las bebidas y hierbas para rituales, ni qué decir.
El INAH dispuso este año de servicio médico, incluso con helicóptero, y 160 sanitarios móviles, 80 menos que el año pasado, debido a que el gobierno estatal argumentó falta de presupuesto.
No es un agosto en primavera, pero para los cerca de 500 vendedores ambulantes que se permiten en el lugar y los 240 locatarios, el equinoccio representa buena fecha. Por un cuarzo se pagan 10 pesos, lo mismo que por un listón rojo para la cabeza, o 180 pesos por una pirámide de cristal.
"Vendemos bien, pero no mucho más, porque si no, no estaríamos jodidos", dijo Victoriano Hernández, nativo de Veracruz, con 21 años trabajando en el lugar.
Conforme transcurrieron las horas, la turba humana, al igual que el calor, se incrementó en la ciudad prehispánica; tanto, que para el filo del mediodía alcanzar la cúspide de la Pirámide del Sol requería más de una hora.
Las expectativas de los taquilleros es que "el verdadero espectáculo" se dará entre la noche de este domingo y la madrugada del lunes.