La actividad bancaria comercial en México da muestras de una recuperación. Esto se advierte preferentemente en términos del volumen de crédito, pero no así en cuanto a su composición, pues el financiamiento a la actividad productiva es aún escaso mientras que se eleva el endeudamiento de las familias. Los préstamos al sector privado aumentaron desde el año pasado llegando a una tasa de crecimiento de 28 por ciento. Mientras que entre 2000 y 2002, 77 por ciento de los recursos de crédito fueron al sector público, desde 2003 esa proporción se redujo a 45 por ciento. El crédito otorgado al consumo creció entre enero de 2004 y enero de 2005 a una tasa de 45 por ciento, el dirigido a la vivienda 26 por ciento y a las empresas 21 por ciento. Estas cifras, por cierto, parten de una base muy baja de la actividad de préstamo. Del total de crédito por 204 mil millones de pesos durante el año pasado, 161 mil millones fueron al sector privado, la mayor parte al consumo de las familias, pero las empresas productivas sólo recibieron 72 mil millones. Los banqueros no pueden aún darse por satisfechos, la sociedad no puede aún estarlo del servicio que dan los bancos. Así, las comisiones que cobran son demasiado elevadas y constituyen un castigo a los consumidores. En 2003 llegaron a 31.2 por ciento de sus ingresos totales y aunque bajaron en 2004 sólo fue marginalmente §
