Ofreció el primero de dos conciertos en el Auditorio Nacional
El Buki conquistó con sus temas dolorosos y fue ovacionado de pie
El peor de mis fracasos fue el comienzo de su exitosa presentación. Tal es el título de la canción con la que Marco Antonio Solís, El Buki, inició el primero de dos conciertos consecutivos, el pasado viernes, en el Auditorio Nacional, que culminaría con un aplauso de pie de sus seguidores.
A las 20:55, luego de un intro que anunció lo que se escucharía durante dos horas: una síntesis musical de tres décadas de creatividad puestas al servicio del sentimiento de millones de personas en varios países, como Puerto Rico y República Dominicana, así como Sudamérica, El Buki dijo que en lo subsiguiente ofrecería "trozos de mi alma", como llama a sus composiciones.
Mi niña bonita cambió el ritmo. El sonido que desarrolló con su grupo Los Bukis desde la década de los 70 del siglo pasado se escuchó diáfano. En seis pantallas se proyectaron escenas de videos de sus éxitos. Creador de atmósferas sentimentales, de "momentos intensos comunes", como él llama a sus temas, sabe cómo dirigirse a los miles que siempre acuden a verlo.
Sigue sin mí, de su disco Trozos de mi alma, provocó gritos de sus fans, sobre todo de las mujeres, que lo tienen como su ídolo. En Sigue sin mí, El Buki lleva la relación de una pareja a una despedida, a una renuncia dolorosa. Pide perdón por no poder haber hecho feliz a quien más se quiere.
Su larga cabellera, su barba característica, conforman su imagen. Cuando interpreta Morenita baila al modo regional michoacano, propio de su tierra natal. Marco se nutre de la tradición sonora de raíz.
La línea de cuerdas del grupo que lo acompaña aporta a la onda lacrimógena bukista. Canta Cómo fui a enamorarme de ti, centrada en la conmiseración. Ahora te vas, otra de sus síntesis, refiere que las cosas buenas nunca duran tanto. Sigue en ese tenor con Mi eterno amor secreto, de 1989. "El mundo va de prisa y es importante detenerse a oír una canción", expuso a la concurrencia. Aconseja, para defenderse del desamor, hacer de cuenta que no se conoció a ese ser que causa sufrimiento.
Crossover sentimental
Marco Antonio Solís, creador del crossover sentimental, pues ha gustado a gente de todas las clases sociales, pasa a tocar los timbales y esparce sus cumbias, entre ellas Viva el amor, hiperfamosa en Puerto Rico. Los celos también son un tema recurrente y canta Celoso.
Anuncia que complacerá con un tema "que nació en un momento difícil, en Torreón, en 1986: Tu cárcel, que levanta a cientos en el Auditorio. Con Tu cárcel, Marco obtuvo el primer disco de diamante en la historia de la industria en el mundo hispano, por más de un millón de discos vendidos.
Sapiente del alma que sufre los estragos de dolor amoroso, jijo, duro, incomprensivo, se dirigió a su público: "Sin amor no pasa nada; nada vale la pena". Ahora sigue con La venia bendita, una de sus rancheras más importantes y que compuso bajo los efectos de alcohol en un tarde de ensimismamiento, de subjetividad necia. "Bésame despacito y alarguemos el destino".
Lo nuevo encaja. Su carrera es una de las de mayor consistencia. Canta piezas de su nuevo disco y gustan a sus seguidores, como En el último tren. Más "trozos": Si te pudiera mentir. Otro trozo: O me voy o te vas, para muchos una de las más logradas de todas sus creaciones.
¿Cuál es la canción más triste de El Buki? Imposible saberlo, pero a los temas más comunes les busca un giro. Se va a las 22:40. Todos saben que no se puede ir así, nada más así. Le falta la mejor de los años recientes. Encore: Si no te hubieras ido, otrora éxito de Marisela, que en la voz de Marco, en 2000-01, y con los arreglos de Bebu Silvetti, lo puso en los cuernos de la luna.
A las 22:50 acabó el concierto del para muchos cantautor más importante de México, hoy por hoy. El aplauso de miles, de pie, así lo demostró.