Pondrán freno a constructoras en la delegación Benito Juárez
La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) pondrá freno a las empresas inmobiliarias en la delegación Benito Juárez, que con el argumento de construir viviendas de interés social se beneficiaron de las exenciones fiscales y saturan la demarcación con condominios de tipos residencial y medio.
Así lo afirmó ayer la presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano, María Elena Torres Baltasar, quien mencionó que la próxima semana aprobarán el programa de desarrollo urbano de esa delegación, en el que se elimina la aplicación de la norma 26, la cual permitía a las inmobiliarias beneficios fiscales, reducciones en pagos de predial, conexión a las redes hidráulica y de drenaje, tramitación de licencia y manifestación de construcción, entre otros.
Esas constructoras, dijo abusan de la norma 26, pues dicen que van a construir casas de interés social, cuyo precio es de aproximadamente 500 mil pesos, pero ya construidas las venden hasta en un millón 400 mil pesos.
De ahora en adelante, sentenció la legisladora del PRD, si quieren construir vivienda de interés social tendrá que ser vía el Instituto de Vivienda del DF, sujetándose a los lineamientos y mecanismos de esa dependencia. Además, la edificación de casas de interés social estará restringida a ocho colonias.
En entrevista, la legisladora agregó que los nuevos inmuebles tendrán como límite de tres a cuatro niveles de altura. Solamente en cuatro avenidas primarias: Insurgentes, Periférico, Eje Central y Tlalpan, podrán ser de ocho pisos; en esta última el tope será de 10 pisos.
Respecto de las escuelas privadas, únicamente se les permitirá operar sobre las vialidades principales, y tendrán que resolver el problema de las bahías de ascenso y descenso de estudiantes.
En cuanto a los hoteles y moteles, que han generado muchas quejas vecinales por su proliferación, la diputada Torres Baltasar señaló que sólo podrán construirse en zonas de alta vocación comercial, localizadas en las avenidas principales de la delegación.
Raúl Llanos y Gabriela Romero