Anatoli Chubais, ileso de un bombazo y varios disparos
Atentan en Rusia contra el artífice de las privatizaciones en la era Yeltsin
Moscu, 17 de marzo. Repudiado por millones de rusos que lo consideran culpable del dramático deterioro de su nivel de vida, Anatoli Chubais, el político de corte liberal que tuvo a su cargo las cuestionadas privatizaciones de la época del presidente Boris Yeltsin, salió ileso este jueves de un nuevo intento de asesinato, el cuarto desde que encabeza una de las empresas más importantes de Rusia.
En el mejor estilo de capitalismo salvaje, que aquí se asocia con el nombre de Chubais en tanto que artífice del bochornoso reparto de la riqueza nacional, una bomba explotó al paso de su automóvil blindado, al tiempo que dos hombres abrieron fuego con fusiles automáticos desde un bosque cercano.
De acuerdo con la policía, miembros de su escolta que iban en un vehículo aparte repelieron el ataque y el político sufrió sólo un susto. Chubais tuvo suerte. Cada día, incluso ahora en el segundo periodo presidencial de Vladimir Putin, se incrementa la cuenta de empresarios rusos que pierden la vida en la lucha sin cuartel por controlar distintos sectores de la economía.
El atentado, que ocurrió en los accesos a esta capital por la carretera de Minsk, ruta que Chubais sigue cada mañana de su residencia a la oficina, parece estar relacionado con la varias veces pospuesta reforma de la energía eléctrica que el titular del Kremlin le encomendó diseñar en su calidad de jefe del monopolio del Estado en la materia, durante los últimos siete años.
Tras contribuir de modo decisivo a la relección de Yeltsin en 1996, Chubais dejó dos años después la estratégica Oficina de la Presidencia para asumir la dirección general del Sistema Unificado de Energía de Rusia, el séptimo consorcio más grande del país, con un valor de mercado superior a los 12 mil millones de dólares.
Originario de San Petersburgo, Chubais ayudó desde el Kremlin a muchos de sus paisanos a continuar su carrera política en la capital de Rusia, incluido el actual presidente que, en agosto de 1996, fue rescatado por él como subdirector del departamento de administración de la Oficina Presidencial, cuando Putin se había quedado sin empleo al no conseguir su entonces jefe, Anatoli Sobchak, la relección como alcalde de la ciudad del Neva.
Quizá por ello, a pesar de que Chubais es uno de los líderes de la opositora Unión de Fuerzas de Derecha, Putin lo ratificó al frente del consorcio de la energía eléctrica y, hasta donde puede saberse, mantiene una relación distante pero cordial con él, más aún que varios de los antiguos colaboradores de este controvertido político forman parte del primer círculo del presidente.