Usted está aquí: viernes 18 de marzo de 2005 Mundo Funcionarios libaneses se demandarán a sí mismos por el asesinato de Hariri

No renunciaremos a defender nuestro país, aunque Bush nos diga "terroristas": Hezbollah

Funcionarios libaneses se demandarán a sí mismos por el asesinato de Hariri

ROBERT FISK THE INDEPENDENT

Beirut, 17 de marzo. En Líbano, la tragedia y la farsa a menudo van de la mano. Pero el jueves la situación era más parecida a un vodevil cuando -para sorpresa de reporteros- el más alto funcionario sirio de la inteligencia libanesa convocó a una conferencia de prensa para anunciar que él y sus colegas se "demandarían a sí mismos" para limpiar sus nombres de la negligencia que los ha manchado a raíz del asesinato del ex primer ministro, Rafiq Hariri. Lo que fue aún más increíble, Jamil Sayyed, el jefe del Directorio General de Seguridad libanés, anunció que había decidido llevar a cabo dichos procedimientos legales "sin consultar" a sus colegas.

"Todas las cabezas de las instituciones de seguridad están listas para enfrentar juicio para deslindar responsabilidades", dijo. "No tenemos secretos de los cuales avergonzarnos".

Todo indica que el señor Sayyed, un hombre sumamente inteligente que no suele hablar sin pensar, le estaba advirtiendo a la oposición política que no continuara sus ataques contra él, contra el procurador general o el brigadier general Ali Haj, el jefe de las Fuerzas de Seguridad Interna y otros altos funcionarios. Señaló que quienes exigen su renuncia lo hacen por razones políticas. "No mezclen la política con un crimen. Dejen que la justicia decida".

Sayyed aseguró que el honor de las fuerzas libanesas de seguridad está en juego; algo con lo que la oposición anti siria estaría de acuerdo, y afirmó que él iba a tomar acciones legales contra sí mismo, puesto que ningún miembro de la oposición presentó una demanda.

Esto amerita algunas preguntas. ¿Cómo va a ser interrogado Sayyed? ¿Se va a carear consigo mismo? ¿Y cómo va a llevar a cabo un interrogatorio si toda la evidencia del asesinato de Hariri, el 14 de febrero, está en manos de.... Sayyed? "Deberían dejar de subestimar la inteligencia del pueblo", fue el único comentario proveniente de Walid Eido, un ex juez miembro de la bancada parlamentaria de Hariri.

Sería sabio de su parte dejar a un lado el desprecio al hablar de Sayyed. El jefe de seguridad es probablemente el hombre más poderoso de Líbano. Fue jefe de la inteligencia militar antes de pasar a formar parte del directorio de seguridad. Ahora controla todo lo referente a pasaportes, movimientos fronterizos y censura. Pero ¿qué significa el anuncio del jueves? ¿Se está preparando Sayyed para renunciar si una investigación de la ONU sobre el asesinato de Hariri condena a los servicios de seguridad libaneses? ¿O está diciéndole a los diputados libaneses que tendrán que demandarlo antes de que él renuncie?

Rechazo al desarme

Su anuncio ocurrió horas después que Sayed Hassan Nasrallah, el líder de la guerrilla Hezbollah, rechazó el más reciente llamado hecho por el presidente Bush al movimiento, exigiéndole desarmarse.

"Estamos listos a ser considerados, hasta el final de los tiempos, una 'organización terrorista', a juicio de Bush. Pero no estamos dispuestos a renunciar a la protección de nuestro país, a nuestro pueblo, a su sangre y a su honor", aseguró.

Nassrallah considera que Hezbollah es un grupo de resistencia antisraelí y por ello espera evadir la estipulación de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU que exige que todas las "milicias" libanesas se desarmen.

De hecho, fue Bahiya Hariri, la hermana del ex primer ministro asesinado, quien el pasado lunes hizo la mejor defensa de Hezbollah al decirle a una multitud de más de un millón de personas reunidas en Beirut que debían "proteger" a Hezbollah. Fue un obvio intento de atraer a Nasrallah a la causa de la oposición. Claro que esto significaría abandonar, al menos parcialmente, su alianza con Siria; que apoya en su territorio las finanzas del grupo y los envíos de armas para la organización que provienen de Irán.

Hezbollah no ha respondido a esta peligrosa oferta y prefiere seguir la política Siria de dejar que el tiempo decida las futuras alineaciones políticas en Líbano.

Al menos 4 mil de los 14 mil soldados sirios en el país ya han cruzado la frontera internacional. Los 10 mil hombres restantes han tomado posiciones en el oriental valle de Bekaa. No obstane, el millón de trabajadores sirios en Líbano sigue pagando el precio del odio que ha vuelto a atizarse en contra de su país. Unos 30 sirios han sido asesinados en las últimas cuatro semanas, sin que este hecho indignante haya merecido más de un encabezado en la prensa libanesa.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca

 
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