Usted está aquí: viernes 18 de marzo de 2005 Opinión Aviso de ocasión (EU solicita títere contra Cuba)

Jaime Martínez Veloz

Aviso de ocasión (EU solicita títere contra Cuba)

Por medio de este modesto artículo informamos al público en general la necesidad de Estados Unidos de adquirir la franquicia de algún gobierno títere. Si hay algún gobernante que le guste andar de ofrecido, puede pasar al arrogante Departamento de Estado estadunidense para que, en nombre de "la democracia y la libertad", presente en Ginebra una resolución contra Cuba a cambio de un puñado de dólares, descrédito mundial garantizado y una patada en el trasero.

El teatro montado por Washington para acosar al pueblo cubano, bajo pretexto de velar por la democracia, cada vez resulta más difícil de sostener. La situación es ya conocida, porque año tras año por estas fechas y en el seno de Naciones Unidas, el gobierno estadunidense inaugura su "temporada de caza" sobre Cuba y resucita acusaciones trilladas, por "violaciones" a los derechos humanos en la isla, en un ritual periódico que busca añadir comparsas a los designios del nuevo amo mundial.

Este año en Ginebra, Suiza, la situación resulta más complicada para el patrón estadunidense, porque inclusive de entre sus estados clientes nadie quiere "apadrinar" la iniciativa condenatoria y asumir el papel de mandaderos, desde el momento en que para hablar de garantías individuales es necesario contar con cierta dosis de pudor.

La violación de los derechos humanos y vejación de los presos en Irak y en Guantánamo; la matanza de Waco; la masacre de Columbine; las muertes por exceso de la fuerza policiaca en el país vecino; la reclusión y el maltrato de menores de edad en cárceles de esa misma nación; la persecución de mexicanos y latinos por rancheros de Arizona; la brutalidad contra las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales; las disparidades raciales de la justicia gringa, son algunos ejemplos de la hipocresía y el doble discurso de la Casa Blanca sobre el tema de los derechos humanos.

Ante tanta miseria moral y brutalidad criminal, el tema de los derechos humanos en Cuba tiene el objetivo de provocar un efecto colateral para desviar la atención mundial sobre las atrocidades cometidas por Estados Unidos.

Los pretextos frente a la nación caribeña varían; hoy son los "derechos humanos", ayer fue la "amenaza comunista", aunque en privado los mismos funcionarios estadunidenses que desde la época de Kennedy mandaban saboteadores contra la isla admitían que la verdadera razón de los ataques era el riesgo de que los pueblos de la zona se diesen cuenta que era posible tomar en sus propias manos su destino, tal como lo hacían los cubanos.

Ante ese riesgo, había que armar y enviar terroristas a la isla para dinamitar ingenios, fábricas, escuelas y hospitales, así como a secuestrar, envenenar, herir, mutilar y asesinar. Y, si ello no era suficiente, se debía estrangularlos económicamente, con un criminal bloqueo económico, que bien puede equipararse a un ataque con armas de destrucción masiva.

En nuestro país, y a pesar de la ya demostrada inutilidad para lograr siquiera algo, cabilderos panistas de la derecha cubana de Miami se dicen muy preocupados por la situación de los derechos humanos en la isla; los más entusiastas se declaran dispuestos a apadrinar a presos cubanos cuando nunca han apadrinado a familiar alguno de las víctimas de crímenes sin resolver en Ciudad Juárez, por ejemplo. La noble y altruista campaña es encabezada por la distinguida "madrina" y senadora panista Cecilia Romero.

¿Qué ha logrado el gobierno de Fox sumándose a los designios de Washington? Por principio de cuentas, el acoso al gobierno revolucionario de Cuba ha sido contraproducente. En términos crudos, ninguna ventaja tangible ha logrado México por confrontarse gratuitamente con la isla. El tramposo acuerdo migratorio con Estados Unidos es una utopía que no acaba de aterrizar, pero que funciona como la zanahoria inalcanzable delante del burro que la persigue infructuosamente, negándose a admitir su lejanía permanente.

Cada vez que México vota en apoyo de Estados Unidos en Ginebra, este país nos responde con un mayor endurecimiento de la política migratoria. Sólo a los tontos y masoquistas les puede gustar una relación en la cual por cada favor que una de las partes realiza, el beneficiado le contesta con una bofetada. Por cada voto a su favor, la nación vecina nos construye un nuevo muro en la frontera. ¿Dónde esta la ganancia, señor Presidente?

En vísperas de la sesión 61 de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, respetemos los asuntos internos del pueblo cubano, acosado por Washington. En Ginebra, Fox tiene la posibilidad de recuperar la autoestima del pueblo mexicano, absteniéndose de apoyar al gobierno de George W. Bush, de cuya relación no ha salido nada bueno para México, más que el descrédito de la figura presidencial y escupitajos constantes del arrogante Departamento de Estado.

PD: ¿Qué pasa si los patos le tiran a las escopetas? ¿Por qué la delegación mexicana en Ginebra no propone la creación de una comisión internacional que revise la violación de los derechos humanos por Estados Unidos en el mundo, empezando por Arizona, donde actualmente bandas locales organizan cacerías humanas contra los indocumentados? Sé que es mucho pedir; con que se abstengan basta.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.