El cardenal Tarcisio Bertone pide que ''no se compre ni se lea''
Llama el Vaticano a boicotear el best-seller El código Da Vinci, de Dan Brown
Ciudad del Vaticano, 15 de marzo. El Vaticano rompió este martes el silencio respecto de uno de los libros más vendidos en el mundo, El código Da Vinci, de Dan Brown, y pidió que ''no se compre ni se lea".
''No lean ni compren El código Da Vinci", pidió el influyente y papable cardenal Tarcisio Bertone, arzobispo de Génova, en declaraciones hechas a Radio Vaticano.
El libro, primero en la lista de los más vendidos con 25 millones de ejemplares, fue calificado como ''un castillo de mentiras" por el purpurado, quien considera que está lleno de imprecisiones históricas.
''No se puede escribir una novela que deforma los hechos históricos, maldiciendo o difamando personajes que deben su prestigio y su fama justamente a la historia de la Iglesia, de la humanidad", afirmó Bertone.
El cardenal, quien organizó para este miércoles una conferencia en Génova, sobre las inexactitudes del volumen, fue integrante de la Congregación de la Doctrina de la Fe, defensora de la ortodoxia.
''Comenzó ya a circular en las escuelas como un nuevo modelo, lo quieren leer para entender la dinámica de la historia y todas las manipulaciones que la Iglesia ha cometido", afirmó indignado Bertone.
El cardenal sostiene que existe una suerte de estrategia mundial para ''divulgar en el mundo ese castillo de mentiras".
El libro, publicado por el escritor estadunidense en 2003, y que inspiró un filme que se estrenará el próximo año, narra las investigaciones de su héroe, el profesor y experto en simbología Robert Langdon, para resolver un enigma criminal, en el que está involucrado, la para él, intrigante organización católica Opus Dei y sociedades esotéricas anticlericales.
''Es sólo una novela, una historia de ficción", se defiende el autor del libro en su página en Internet y rechaza las acusaciones de anticristianismo, pues asegura que se esforzó para ''describir en forma equilibrada el Opus Dei", que aparece como una organización inspirada en la maldad.
La indignación de uno de los máximos prelados del Vaticano nace del hecho de que se atribuye a Jesús, una hija con María Magdalena, cuyos descendientes constituyen el gran secreto de la Iglesia y que el Opus Dei intenta descubrir para eliminarlos para siempre y preservar así el carácter divino del fundador de la Iglesia.
Curiosamente, el libro, que en Italia figura desde hace más de un año entre los cinco más vendidos, aparece en casi todas las librerías de la península al lado del reciente ensayo del papa Juan Pablo II, Identidad y memoria, lanzado hace un mes y destinado a ser otro fenómeno editorial.
El éxito de El código Da Vinci preocupa a buena parte de los católicos por la influencia que puede tener en la formación de los jóvenes.
La censura contra el libro de Brown recuerda a muchos cuando el Vaticano excomulgaba a escritores y científicos por sus ideas, tras crear en 1556 el Index librorum prohibitorum (Indice de los libros prohibidos). En esa lista, abolida en 1966, figuraban intelectuales como el francés Jean-Paul Sartre.