El sindicato rompió pláticas con la empresa
Inminente huelga en LFC
Electricistas exigen que incremente su ofrecimiento de 3.5% de aumento salarial
El estallamiento, hoy a las 12
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) rompió anoche pláticas con Luz y Fuerza del Centro (LFC) en su negociación salarial y determinó en asamblea general iniciar la huelga hoy a las 12 horas, si es que la empresa no rectifica y aumenta su ofrecimiento de incremento de 3.5 por ciento.
En principio esto significaría que se quedarían sin luz el Distrito Federal y zona conurbada, el estado de México, Hidalgo, parte del estado de Puebla, Cuernavaca y Toluca, ya que se pondrían las banderas rojinegras en todos las plantas generadoras, oficinas y centros de trabajo de Luz y Fuerza del Centro.
Los trabajadores ya tienen listo un operativo para cerrar todas las instalaciones a la hora marcada, dejando los interruptores operando en automático, y aunque no los bajarían para quitar el servicio, sí se retirarían de los centros de trabajo sin hacerse responsables de si fallan los sistemas de generación eléctrica o el abastecimiento. A partir de las 12 horas, si no hay arreglo, los 38 mil electricistas pararán.
En la asamblea general del SME, convocada para las 18 horas de ayer, el secretario general, Rosendo Flores Flores, y su comité ejecutivo, informaron a los trabajadores que el ofrecimiento final de la empresa a su petición de incremento salarial era de 3.5 por ciento, muy por abajo del 15 por ciento que demandaron.
El porcentaje apenas variaba del 3.3 que el viernes pasado les ofreció, y según el líder sindical, "incluso queda por abajo del 4.5 por ciento de inflación que el gobierno estima para el presente año". Pero, además, tomando en cuenta que el salario promedio de los electricistas es de 174 pesos diarios, el aumento señalado por la empresa significaba apenas 6.09 pesos. La asamblea votó rechazar este porcentaje, y no sólo eso, sino también romper pláticas.
"¡Huelga! ¡Huelga! ¡Huelga! ", fue el grito que colmó el auditorio del SME, dado que el incremento sugerido fue calificado como una "provocación" del gobierno, como un "castigo" por la posición que ha mantenido el sindicato y la lucha que ha efectuado contra la reforma laboral.
El gobierno es el más interesado en que nos vayamos a la huelga, dijo Rosendo Flores, antes de partir junto con una comitiva de miembros del comité ejecutivo y secretarios seccionales a las oficinas centrales de LFC para entregar en la propia dirección el mandato de la asamblea de rechazar el incremento y romper pláticas.
En tanto, en la asamblea permanente se terminaba de definir la estrategia de la huelga. Integrantes de las secciones sindicales de zonas de Hidalgo y Toluca se declararon listos para el estallamiento. Hay todo un esquema operativo para poner las banderas rojinegras; ya está designado el personal que las colocará en cada uno de los centros de trabajo -se les entregaron incluso las propias banderas-, ya se tienen establecidas las rutas para cerrar cada puerta, cada acceso y cada centro, así como las guardias responsables, para los cual hay una comisión técnica encargada, la cual operará a través de radios de intercomunicación y teléfonos celulares en coordinación con la secretaría general.
El líder del sindicato calificó como "muy difícil" poder llegar a un arreglo, y manifestó que aunque se rompieron pláticas, el SME no es irresponsable, y está dispuesto a reanudar negociaciones si la paraestatal reconsidera su postura y respeta la única demanda de los trabajadores en esta negociación: un incremento salarial digno.
Por lo pronto, la asamblea se declaró en sesión permanente hasta el mediodía de mañana. No obstante, trascendió que no habrá una contrapropuesta de la empresa hasta este miércoles.