México, en riesgo de caer en un periodo de desestructuración y violencia, sostiene
Cerrarle el paso a la izquierda llevará el país al caos, advierte González Casanova
Ampliar la imagen Pablo Gonz�z Casanova, catedr�co em�to de la UNAM, y el soci�o argentino Atilio Boir�durante el foro Desigualdad en Am�ca Latina, las reformas necesarias FOTO Notimex/Tenpei kitani
El científico social Pablo González Casanova llamó a participar en las luchas vitales de la nación, pues de no hacerlo México puede caer "en un periodo de desestructuración y de violencia gravísimo". Advirtió que cerrarle el paso a la izquierda mexicana, con procedimientos que tienden a "criminalizar a uno de los candidatos", implicaría crear "una situación caótica y autodestructiva en el país".
Al hacer una reflexión sobre el modelo de dominación neoliberal y los efectos que éste ha traído en el panorama mundial, particularmente en los países del tercer mundo, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México alertó que "estamos entrando en un periodo de reconquista de territorios y de países enteros".
En una conferencia magistral dictada en el foro Desigualdad en América Latina, las reformas necesarias, González Casanova expresó que el discurso de la globalidad expresa una creciente interdependencia de las economías nacionales y la emergencia de un sistema trasnacional, bancario, productivo y comunicativo dominante, cuyo "ascenso coincide con un debilitamiento real de las soberanías de los estados-nación y de las corrientes nacionalistas, antimperialistas, marxistas-leninistas". Estas últimas, agregó, en "estado de confusión o de profunda revisión en los pocos países con organizaciones que siguen insertos en ellas".
Precisó que la globalización mantiene y reformula las estructuras de la dependencia, que tienen un origen colonial y vienen, muchas de ellas, del imperialismo. Sin embargo, dijo, las reformas estructurales tienen como propósito "desestructurar lo que los países lograron en soberanía económica, social, cultural y política".
Advirtió que de aceptar esas reformas, que en realidad son "contrarreformas de estructura", el país se quedará sin petróleo, que se utiliza para equilibrar el presupuesto nacional en más de 50 por ciento de los gastos, y la electricidad también está en riesgo de ser privatizada. En razón de lo anterior, señaló González Casanova, éste es un momento muy importante para enfrentarse a esas "reformas" mediante un gran frente amplio, y consideró un "error invitar a la gente a no participar en el sistema político actual, con todas las limitaciones que éste tenga".
Afirmó que son tiempos en que se libran luchas vitales para México, y si no se participa en ellas "el país puede caer en un periodo de desestructuración y de violencia gravísimo".
Indicó que a esto se agrega el "peligro de que se cierre el paso a la izquierda mexicana a la lucha legal, con procedimientos que tienden a criminalizar a uno de los candidatos de la izquierda". Explicó que se trata de un viejo recurso utilizado por las oligarquías latinoamericanas para impedir el ejercicio de la democracia electoral. De tal manera que en lugar de "ganar o perder en las elecciones, se gane o se pierda en los tribunales, en un régimen gubernamental en el que al Poder Judicial se le quitó la poca autonomía que tenía al empezar este sexenio".
En el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, González Casanova enfatizó, por otra parte, que ni desde el punto de vista lógico o empírico existe la mínima razón para pensar que el conjunto de medidas neoliberales conducirá al desarrollo de la mayoría de la humanidad.
Expresó que la creciente gravedad de los problemas del tercer mundo no sólo oculta que los costos de la crisis se distribuyen en forma desfavorable para nuestros países, sino que en cada uno de ellos también se distribuyen en forma desfavorable para la inmensa mayoría de la población.
Dijo que el conocimiento de las verdades evidentes sobre los efectos reales de la política neoliberal, no ha significado que éstas tengan influencia en los medios financieros y en las grandes decisiones de la política mundial. Señaló que lo que se hace como parte del neoliberalismo no tiene nada que ver con lo que plantean como "objetivo de lo que se va lograr", y afirmó que el "Banco Mundial ha logrado una perfección en el dominio de la mentira".
Enfatizó que todas las medidas de privatización, desnacionalización, integración y globalización coincidieron con una nueva política de disminución del gasto público para equilibrar el presupuesto y dedicarlo al pago del servicio de la deuda externa, que es, en realidad, un tributo colonial.