Los mítines sabatinos eran en apoyo del gobierno de la isla y contra el estadunidense
Encabezó Raúl Castro en Cuba la última "tribuna abierta de la revolución"
En total se llevaron a cabo 185 concentraciones en los 169 municipios del país
La Habana, 12 de marzo. El segundo hombre al mando en Cuba, el general de Ejército Raúl Castro Ruz, encabezó hoy la última de las "tribunas abiertas de la revolución", los mítines que cada sábado se han realizado desde hace cinco años en respaldo al gobierno cubano y en contra del de Estados Unidos.
"Con esta tribuna abierta de la revolución, en el aguerrido pueblo de Caimanera, asistimos al último territorio del país en efectuar este tipo de actos, con lo cual concluirán en la actual etapa", indicó la convocatoria en el diario oficial Granma.
Caimanera es el municipio cubano más cercano a la base naval estadunidense de la bahía de Guantánamo, en el extremo oriental del país.
Hassán Pérez, segundo secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), dijo en el acto que desde la primera "tribuna", realizada en el occidental poblado de Artemisa, en diciembre de 1999, se han realizado hasta hoy 185 concentraciones en los 169 municipios del país.
Pérez agregó que asistieron a las "tribunas" más de 10 millones de los 11 millones de habitantes de la isla.
Las "tribunas" fueron símbolo de la Batalla de Ideas, plan de acción prioritario del gobierno en el último quinquenio, que combina política social y propaganda y es operado por la UJC.
La serie de mítines surgió para mantener viva la demanda de que fuera devuelto Elián González, el balserito que sobrevivió a un naufragio y fue eje de un conflicto político y legal hasta su regreso a Cuba, desde Miami, en junio de 2000.
Tras el regreso de Elián otros temas alimentaron la flama oratoria de las "tribunas". El presidente Fidel Castro habló en las más concurridas, en tres sábados sucesivos de 2002, ante un total de más de un millón 200 mil personas, según reportes oficiales.
Cada "tribuna" implicaba una movilización desde la madrugada, el empleo de cientos de vehículos, la distribución de alimentos, playeras y banderitas, más la infraestructura de un acto de masas, como templete, sonido y sillería. Recientemente también incorporaron la realización de un mural.
Las "tribunas", que se transmitían en vivo y repetían íntegras en forma diferida en cadena nacional de radio y televisión, se mantuvieron cuando se declaró la emergencia eléctrica en el segundo semestre de 2004. Entre los oradores, como entre la concurrencia, a menudo hubo niños y adolescentes.
Basadas en una escenografía monumental, las "tribunas" combinaron los discursos con música popular, danza moderna y poesía coral. El formato se extendió a otras celebraciones y, al parecer, transformó el lenguaje y la estética de las acciones masivas oficiales.