Bush nombrará a su amiga Karen P. Hughes en un trabajo que parece muy difícil
Misión imposible, cambiar la mala imagen de EU en el mundo
Especialmente dedicada al mundo árabe, la labor que ejecutará la asesora política del presidente
No es problema de relaciones públicas, sino de oposición a políticas de Washington: críticos
Ampliar la imagen Imagen de archivo del presidente Bush junto con su asesora Karen P. Hughes, experta en dise�e propaganda FOTO AP
Nueva York, 12 de marzo. Tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan, suena el tema de Misión Imposible en Washington, donde está por nombrarse a la nueva encargada de "mejorar" la deteriorada imagen de Estados Unidos en el mundo, particularmente en Medio Oriente.
El presidente George W. Bush está por designar a su íntima amiga -asesora política y experta en diseño de propaganda- Karen P. Hughes en el cargo de subsecretaria de Estado para la Diplomacia Pública, con el objetivo de que se dedique a "reparar" la imagen de Estados Unidos en el exterior.
Según reveló hoy el periódico The New York Times, Bush nombrará a Hughes, quien ha sido íntima asesora política del presidente desde sus tiempos de gobernador en Texas, y anteriormente encargada, inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, de la coordinación de relaciones públicas en tiempos de guerra y clave en diseñar el "mensaje" de este gobierno al pueblo de Estados Unidos.
Hughes tendrá entre sus tareas ser una de las principales figuras en publicitar la campaña del presidente para promover la democracia en Medio Oriente y buscar reparar la imagen de este país por todo el mundo, pero con un enfoque particular en el mundo árabe, informó el Times.
Pero no es secreto que la "imagen" de Estados Unidos en el mundo y especialmente en los países árabes no sólo está dañada, sino que este país es percibido como enemigo, con niveles de hostilidad y rechazo registrados en investigaciones y sondeos a lo largo de estos últimos tres años.
No son pocos, inclusive dentro del gobierno estadunidense, los que han expresado que éste no es un simple problema de relaciones públicas o mercadeo, sino un asunto de oposición masiva a las políticas de Washington.
Y las noticias no ayudan a la causa de Estados Unidos en el mundo. La organización Human Rights Watch informó que obtuvo documentos oficiales de la muerte de dos detenidos en Afganistán a causa de golpizas propinadas por soldados estadunidenses.
Uno de esos soldados, según informes clasificados del ejército de Estados Unidos, golpeó a un detenido afgano de manera repetida y sostenida durante cinco días, destrozando sus piernas y rodillas a tal grado que si hubiera sobrevivido ambas extremidades tendrían que haber sido amputadas.
Los soldados han sido acusados del crimen que ocurrió casi un año antes de los abusos cometidos en la prisión de Abu Ghraib, en Irak, por militares estadunidenses.
De hecho, los acusados eran integrantes de la compañía A del batallón 519 de inteligencia militar, el mismo que fue trasladado a Irak, donde entre otras tareas establecieron la famosa unidad de interrogatorios en el centro de detención de Abu Ghraib, cuyos miembros han sido acusados de vejaciones cometidas ahí.
El ejército primero anunció que los detenidos habían muerto de "causas naturales", pero después de una investigación del New York Times reconoció que habían sido homicidios.
Por otro lado, el ejército exoneró a la mayor general Barbara Fast, ex oficial encargada de la inteligencia militar en Irak, de toda responsabilidad en las políticas y órdenes que culminaron en los abusos en los centros de detención estadunidenses en Irak.
La responsable de inteligencia durante el comando del general Ricardo Sánchez, entre julio de 2003 y junio de 2004, fue entre otras cosas la encargada de supervisar el centro de interrogatorios en Abu Ghraib.
No sólo eso, sino que ahora el ejército la va premiar al nombrarla en el puesto de comandante del Centro de Inteligencia Militar del fuerte Huachuca, en Arizona, sede de capacitación y doctrina del ejército estadunidense para inteligencia militar, o sea, donde son entrenados los interrogadores militares, entre otras cosas.
Ahora resulta que el retén militar responsable de la muerte de un agente secreto italiano y de herir a la recién liberada rehén Giuliana Sgrena fue parte de un operativo para asegurar el convoy del embajador John D. Negroponte, incidente que ha provocado una severa crisis diplomática con uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos, Italia.
Exportador de ironía
Y todo esto es sólo una parte de las noticias de estos últimos días.
La ocupación militar sin fin de Irak y Afganistán, la intromisión en los asuntos internos de Líbano, las amenazas contra Irán y Siria, la detención de miles de creyentes musulmanes en Guantánamo, Irak, Estados Unidos y por la Agencia Central de Inteligencia en otros países desconocidos, la decisión de desinvitar a representantes del Sinn Fein a los festejos oficiales del Día de San Patricio, el tono agresivo contra el gobierno de Venezuela y tantas cosas más, no necesariamente están generando una "buena imagen" de Estados Unidos entre los pueblos del mundo.
Cabe agregar que con el nombramiento de John Bolton -figura que ha denunciado el concepto de la comunidad internacional, la cooperación multilateral y descartado a Naciones Unidas como instancia relevante- en el cargo de embajador ante esa misma organización, más el rechazo de protocolos internacionales como el ambiental de Kyoto, de la Corte Internacional de Justicia en torno a la Convención de Viena y el aislamiento de la posición estadunidense en la conferencia internacional sobre mujeres, recientemente celebrado aquí, nutren una imagen muy poco amena de Estados Unidos en el ámbito mundial.
El cómico Jon Stewart comentó en torno de algunas de estas noticias que tal vez la misión de Estados Unidos en el mundo no es la exportación de la democracia, sino de la ironía. En este contexto, Karen P. Hughes ahora asumirá el papel estelar en el próximo capítulo de Misión Imposible.