Se abandona la futura generación de electricidad mediante fuentes de energía nuclear

Comenzó CFE el proceso para desmantelar Laguna Verde

Informa a la CNBV y BMV que cierra la planta por seguridad y protección al medio ambiente

Desde el inicio de su operación en 1990 la central presentó serias deficiencias

ISRAEL RODRIGUEZ

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) comenzó el proceso administrativo para desmantelar la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, localizada en el estado de Veracruz. Para ello, realizó un estudio técnico-económico que incluye el costo estimado con base en la producción de energía de la central.

De acuerdo con un amplio documento entregado a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y a la Bolsa Mexicana de Valores, con el fin de proporcionar información a futuros inversionistas, se revela que la planta nuclear "debe de ser desmantelada por razones de seguridad y de protección al medio ambiente".

Con esta decisión prácticamente se abandona la generación futura de electricidad mediante fuentes de energía nuclear.

La única central nucleoeléctrica del país está ubicada sobre la costa del Golfo de México, en el kilómetro 42.5 de la carretera federal Cardel-Nautla, en la localidad denominada Punta Limón, municipio de Alto Lucero, en el estado de Veracruz. Cuenta con un área de 370 hectáreas y está situada a 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Xalapa y a 70 kilómetros al noroeste del Puerto de Veracruz.

La Secretaría de Energía otorgó las licencias de operación comercial a la unidad uno el 29 de julio de 1990 y la unidad dos el 10 de abril de 1995.

Desde los inicios de su operación la planta ha presentado diversas irregularidades y deficiencias. De acuerdo con la Organización Mundial de Operadores Nucleares (Wano, por sus siglas en inglés) en un reporte elaborado por 18 operadores que visitaron Laguna Verde durante octubre y noviembre de 1999 y revisaron 62 áreas que tienen que ver con la seguridad de la planta, encontraron deficiencias en prácticamente todas ellas.

La Wano es una organización que se creó después del grave accidente de Chernobil, en abril de 1986, con objeto de supervisar las condiciones de operación de las plantas nucleares en el mundo, a fin de prevenir accidentes graves.

De acuerdo con Marco Antonio Martínez Negrete, investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México y coordinador del laboratorio de análisis radiológicos de muestras ambientales y quien tuvo acceso al reporte de casi 200 páginas de la Wano, es evidente que esta central no opera con los niveles de "excelencia" dados a conocer por la CFE.

Por el contrario, la Wano señala que en varios aspectos la operación está muy por debajo de los niveles comunes de calidad de la industria nuclear internacional. En segundo lugar se aprecia que hay un deterioro de la llamada "cultura de seguridad nuclear" por la interrelación de tres factores (observados como aislados por la citada organización) como son el relajamiento en la disciplina de los técnicos, al presentarse inobservancia parcial de reglamentos e instructivos de seguridad.

Además, hay una preparación deficiente de los operadores, como es la falta de dominio de aspectos básicos de la ingeniería de reactores, proveniente en parte de deficiencias en el entrenamiento en el simulador, y deterioro de componentes técnicos de funcionamiento.

Explica que estos tres factores interactúan de manera sinérgica, de ahí su elevado grado de peligrosidad.

Por su parte, el físico matemático Bernardo Salas Mar, investigador universitario y quien laboró durante 13 años en la central de Laguna Verde, ha denunciado diversas irregularidades y pese a que ha efectuado gestiones ante el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) para conocer los resultados de las más recientes auditorías de la Wano efectuadas en 2002 y 2004, le han sido negadas por la CFE argumentando confidencialidad y derechos de autor.

Sin embargo, de acuerdo con el Plan de Mejoras de la Gerencia de Centrales Nucleoeléctricas (GCN) de la CFE, Laguna Verde presenta actualmente un total de 3 mil 800 problemas pendientes de resolver que van desde la confiabilidad del equipo, recarga de combustible, hasta paros y reducción de potencia no programados, lo que está asociado con 5 mil 200 acciones correctivas.

Esta situación conocida por las autoridades desde hace varios años fue documentada por el ahora ex subsecretario de Electricidad de la Secretaría de Energía (Sener), Nicéforo Guerrero Reynoso -quien dejó el cargo hace un año-, en una amplia evaluación del sector eléctrico en la que incluye la siguiente recomendación: "Frente a la disminución en personal que implicaría el recorte propuesto al presupuesto de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas, y considerando el compromiso internacional de esta comisión con el Organismo Internacional de Energía Nuclear, habría que considerar que por falta de monitoreo y salvaguardas, sería necesario cerrar la planta de Laguna Verde lo que nos haría perder 2000 megavatios de capacidad".

Según el prospecto de colocación de certificados bursátiles de la CFE se precisa que se han realizado cálculos contables críticos en los cuales se incluye la cuantificación de partidas que tienen que ver fundamentalmente con la depreciación y amortización de activos fijos y activos diferidos en los que se prevé ya el desmantelamiento de la planta nuclear de Laguna Verde.

Actualmente, la planta nucleoeléctrica aporta 3 por ciento de la capacidad total de generación de la CFE, la cual asciende a aproximadamente 45 mil megavatios. El valor contable de la planta es de alrededor de 53 mil 343 millones de pesos, que representa 6.37 por ciento del valor total de las plantas, instalaciones y equipos en operación de la CFE.