La mayoría de los prisioneros fueron tratados con "humanidad", según informe
El Pentágono deslinda a altos mandos militares de las torturas a presos en Irak
Sólo una investigación independiente podrá evaluar responsabilidades, dicen demócratas
Ampliar la imagen Un atentado suicida en la ciudad sunita de Mosul contra una mezquita chi� dej�er al menos 47 muertos FOTO AP
Washington, 10 de marzo. La política militar estadunidense no fue la causante de abusos a los prisioneros en Irak, Afganistán o en la base naval de Guantánamo, Cuba, concluyó un informe interno del Pentágono que desvinculó al Departamento de Defensa con los problemas de disciplina que contribuyeron al escándalo.
Los interrogatorios a prisioneros se hicieron al violar las reglas y los primeros indicios de abusos serios no fueron elevados a los altos mandos, según un informe militar publicado este jueves con base en 800 entrevistas. "No encontramos ninguna relación entre las técnicas de interrogatorio aprobadas y los malos tratos a los prisioneros", afirmó el inspector general vicealmirante Albert Church.
Aunque el informe dijo que las políticas de interrogación autorizadas no causaron las vejaciones, "nosotros sin embargo identificamos un número de oportunidades perdidas en el proceso de desarrollo de políticas" para emitir lineamientos más específicos y aprender de conflictos anteriores.
Las vejaciones salieron a la luz cuando se publicaron fotografías de soldados estadunidenses humillando, golpeando y amenazando a prisioneros en la cárcel iraquí de Abu Ghraib cerca de Bagdad.
El documento militar es considerado de los más completos, e incluye 800 entrevistas. Un resumen de 21 páginas fue dado a conocer hoy al Comité de Servicios Armados del Senado, y sus detalles fueron clasificados como secretos de defensa.
El documento refiere a 71 casos de malos tratos comprobados, que conciernen a 121 prisioneros. En seis se provocó la muerte a los detenidos. Los datos incluyen información conocida a finales de septiembre, fecha en la que se continuaba la investigación de 130 casos suplementarios.
Ocho de los 71 casos de abusos tuvieron lugar en Guantánamo y son "relativamente menores en materia (de violencia) física". Tres casos conciernen a detenidos en Afganistán y los otros 60 en Irak.
Hasta ahora se iniciaron acciones disciplinarias contra 115 soldados responsables de malos tratos, sobre todo castigos administrativos, pero también 36 inculpaciones ante cortes marciales.
El almirante Church destacó que "la gran mayoría de detenidos por las fuerzas armadas estadunidenses fueron tratadas con humanidad". Church notó también "un fracaso al reaccionar a los signos anteriores que indicaban abusos serios".
Algunos senadores lamentaron abiertamente la indulgencia del almirante Church para con la jerarquía militar. El demócrata Jack Reed le reprochó haber concluido que "todo esto fue solamente un gran malentendido", acusándolo de "no haber investigado todos los hechos" y de haberse autocensurado en sus investigaciones.
Carl Levin, también demócrata, consideró que este noveno informe demuestra la incapacidad del Pentágono de analizar de forma satisfactoria las responsabilidades de la jerarquía, estimando que sólo una investigación independiente podrá "evaluar de forma completa y exhaustiva las responsabilidades institucionales y personales".
A todo esto, la violencia en Irak dejó hoy 58 muertos. Al menos 47 perdieron la vida y 81 resultaron heridas la noche del jueves en un atentado suicida antichiíta en la sunita Mosul, al norte de Irak.