La edición mexicana de Memorias de mis putas tristes también contiene esa cláusula
Bibliotecas públicas de Colombia cobrarán por prestar la nueva novela de García Márquez
Ayer se difundió la noticia en Colombia de que las bibliotecas públicas de ese país estarían obligadas a pagar derechos de autor para poder prestar Memoria de mis putas tristes, la novela más reciente de Gabriel García Márquez.
Lo anterior ocurrió en vista de que la sexta página de la edición en castellano de ese libro del Premio Nobel de Literatura 1982 contiene la advertencia de que ''queda prohibida la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamos públicos''. A menos de que se cuente con la autorización expresa de Gabo, se podrá tomar en préstamo esa obra.
La controversia suscitada hizo que el escritor dejara de lado un momento su decisión de no emitir declaraciones públicas. En una entrevista concedida a la emisora RCN Radio, del país sudamericano, García Márquez se manifestó en favor de los lectores, sin embargo dijo no conocer a fondo la disposición que prohíbe a las bibliotecas prestar su obra sin permiso de los editores.
En una noticia publicada en el diario colombiano El Tiempo, y recogida por Notimex, se señala que las bibliotecas públicas de ese país no podrán prestar el más reciente título de García Márquez sin la autorización del autor. De lo contrario, deberán pagar una suma por el servicio, como ocurre con sus contrapartes europeas.
La nota informa que ''la prohibición significa que las más de mil 300 bibliotecas públicas colombianas -y las demás de Latinoamérica- no podrían prestar esta obra a sus millones de lectores si no consiguen el visto bueno de Gabo''.
Entonces, las bibliotecas podrían prestar la más reciente obra de García Márquez sólo mediante el pago de los derechos de autor y ''en el peor e inimaginado de los casos, el pago correría por cuenta de quienes pidan la obra prestada''.
Para los especialistas es la primera vez que esto sucede, pues nunca se había escuchado que una obra literaria tuviera impresa la advertencia sobre su uso público.
''No entiendo muy bien el tema, pero considero que una medida así ahuyenta a los lectores'', expresó García Márquez a RCN Radio de Colombia.
Memoria de mis putas tristes supera ya el millón de ejemplares vendidos en ocho países: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, España, México, Perú y Uruguay.
De acuerdo con la prensa colombiana, la advertencia figura en una de las ediciones de la novela de Gabo para España y América Latina, a cargo de Random House Mondadori. La edición mexicana también presenta esa leyenda en su sexta página.