Comenzaron en México los trabajos de la 23 reunión ordinaria del Cerlalc
Persisten restricciones a la libre circulación del libro en países de AL
Concluyen que las editoriales locales carecen de infraestructura de distribución eficaz
''Ni siquiera entre naciones vecinas nos leemos'', deplora titular de ese centro regional
No obstante el crecimiento del mercado y la ampliación de los canales de comunicación, la libre circulación del libro sigue siendo muy restringida entre los países de América Latina.
Lo anterior se debe a que no existe "una infraestructura de distribución eficaz" de las casas editoriales locales, destacaron Raúl Zorrilla y Luis Fernando Sarmiento, presidente del consejo y director, respectivamente, del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), que ayer comenzó su 23 reunión ordinaria, en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Dicha cuestión, junto con el de la piratería y los derechos de autor, son tres de los principales temas que determinarán los trabajos de ese centro regional para los años 2005-2006.
Entre los países latinoamericanos, expresó en entrevista Zorrilla, ''existe total desconocimiento y falta de comunicación en torno de las producciones editoriales que cada uno produce. En el caso de México tenemos un intercambio muy limitado con países centroamericanos, en los que han surgido libros muy interesantes. En Colombia, Chile y Argentina hay un poco más de ese intercambio".
Si bien hasta ahora -explicó Sarmiento- se ha avanzado en la liberación de las condiciones del mercado: cero aranceles en casi todos los países y tratamientos preferenciales en los procedimientos y costos para el comercio editorial; ''todavía no hay una circulación del libro que permita conocer mínimamente la producción bibliográfica en nuestra región".
Los paraguayos, por ejemplo, conocen muy poco de la producción editorial costarricense o los ecuatorianos de los hondureños. ¿Cuánto conocen los panameños de la interesante producción salvadoreña?; es decir, ''la situación es que ni siquiera nos leemos entre países vecinos".
Entre otras cosas, eso se debe principalmente, añadió Zorrilla, a que ''no existe una eficaz infraestructura de distribución. Las casas editoriales locales, en ocasiones, no cuentan con eso, para así poder tener presencia en otros países".
El Cerlalc es un organismo internacional creado en 1971 a iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que presta asesoría técnica a los gobiernos iberoamericanos para definir y aplicar políticas y programas para la promoción del libro, la lectura y el derecho de autor. En la actualidad está integrado por 20 países iberoamericanos y se espera que este año se incorpore Portugal.
En el acto inaugural, al que asistieron George Poussin, representante del director general de la UNESCO y distintos enviados de países afiliados al Cerlalc, la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sari Bermúdez, destacó que en nuestros días no se pueden escatimar esfuerzos y recursos para diversificar y ampliar las oportunidades de lectura.
''Tampoco se puede aplazar por más tiempo la canalización de esos recursos para extender los beneficios de la modernización. Asimismo, no podemos quedarnos con los brazos cruzados ante las limitaciones que enfrenta la producción y el comercio del libro, manteniendo legislaciones rezagadas u ordenamientos nebulosos. Mucho menos hacer a un lado los beneficios que puede proporcionar una industria cultural como la editorial y la cadena productiva que la soporta.
''No veo -concluyó Bermúdez- ninguna razón válida para contener la creatividad de los autores, editores y sus principales destinatarios: los lectores."
Las actividades de la reunión ordinaria del Cerlalc prosiguen hoy y mañana, a partir de las 9 horas, en la SRE (Ricardo Flores Magón 1, Tlatelolco).