A su paso, cientos de comerciantes expresaron su rechazo al desafuero
El barrio se volcó en apoyo del mandatario local
Bajo el sol feroz de la una de la tarde, reunidos en la cancha de futbol del estadio Maracaná del barrio bravo de Tepito, más de cinco mil comerciantes de Peralvillo aplauden a rabiar cuando su líder, el ex priísta Benjamín Quiroz, le dice por el micrófono a Andrés Manuel López Obrador: "Aquí se vende de todo, menos la dignidad. Y sabemos que cuando el discurso se agota, es el momento de tomar acciones, definiciones y compromisos. Por eso, los tepiteños nos la jugamos contigo de bigotes..."
En el centro del templete, vestido de traje negro, camisa blanca, corbata rosada, López Obrador levanta la mano para corresponder la ovación, y junto a él, inmune al paso de los años, sonríe nada menos que don Raúl Macías, el legendario Ratón Macías, el máximo campeón tepiteño, el más famoso exponente deportivo de esta conflictiva zona de la ciudad, a quien la gente siempre identificó con el PRI y ahora, al igual que Benjamín Quiroz, se ha pasado al bando del jefe de Gobierno de la ciudad.
Apretujados en la cancha, que esta mañana estrena césped, los comerciantes gritan a coro: "¡Pre-si-dente! ¡Pre-si-dente!" Faltan 15 meses para las elecciones de 2006, pero el ambiente que impera en el Maracaná es el de un acto de campaña rumbo a la grande. Una mujer de escasos dientes y brazos muy flacos extiende un pedazo de tela sobre el que ha escrito: "Soy mujer del Peje".
López Obrador ha tenido una mañana intensa. En su conferencia de prensa del alba ha declarado que Vicente Fox "denigra" la Presidencia de la República y sus palabras han puesto a girar a todos los medios electrónicos. Mientras éstos zumban animados por el tema, el tabasqueño viaja a San Jerónimo y sostiene una entrevista, en vivo y en directo, durante dos horas continuas, con José Gutiérrez Vivó. Y entonces, desde aquella punta de la ciudad, se dirige a Tepito.
En el barrio bravo, mientras tanto, la gente lo espera con una inquietud que empieza a subir de tono cuando suenan las doce del día y el Tsuru blanco no aparece. De los puestos del comercio ambulante cuelgan cartulinas de bienvenida. Casi todas repiten "no al desafuero", pero algunas son más explícitas. "Si David pudo contra Goliat, tú también, señor Manuel", alienta una. Otra pregunta y responde: "¿Desafuero? ¡Ni madres!"
Cada dos o tres tiendas de campaña repletas de discos, videos o impresos, las bocinas reproducen las notas de la Cumbia del desafuero, que ha sido compuesta por el grupo Picosón, formado por vecinos del barrio, cuya letra dice: "Andrés Manuel López Obrador a todos va a derrotar/ Andrés Manuel López Obrador, la Presidencia va a ganar", antes del estribillo, que advierte: "Te quieren desaforar/ No nos vamos a dejar".
Por fin apareció el Tsuru blanco
Los minutos corren y el Peje no llega. De pronto, en el corredor de la calle Matamoros, la gente empieza a correr desconcertada. El Tsuru blanco ha entrado por otra parte y sí, muy cerca de la esquina de Matamoros y Toltecas, un remolino de cámaras de televisión, agentes de seguridad, curiosos que aplauden y empujan, manos que entregan cartas y folders giran en torno de las principales cabezas del gobierno de la ciudad: Alejandro Encinas, Bernardo Bátiz, Octavio Romero y Joel Ortega.
No se trata, hay que insistir en ello, de un acto electoral sino de una visita protocolaria para inaugurar la remodelación del estadio Maracaná, pero el fervor de los tepiteños obliga a que el grupo de funcionarios públicos tarde casi media hora en recorrer una distancia de 100 metros. En el interior del deportivo, una hilera de niños de 10 años, uniformados todos con la camiseta de la selección nacional de Holanda, forma una valla para recibir al señor alcalde. Sin embargo, la nata de gente que flota alrededor del tabasqueño por poco y aplasta a los menores, a quienes sus maestros ponen a salvo en el último instante. Entonces, en medio de la pelotera, alguien le dice al oído a López Obrador: "Aquí en Tepito vendemos de todo, menos esos huevos que tú tienes".
María Elena Luna, representante de "la mujer trabajadora tepiteña" -así la anunció el maestro de ceremonias-, saluda con estas palabras la presencia de López Obrador: "Y estamos luchando contra tu injusta destitución, aquí en nuestro reino rizomático en el centro de la sexta esfera".