Entrevista a IGNACIO CARRILLO PRIETO, FISCAL ESPECIAL PARA LA GUERRA SUCIA
Díaz Ordaz usó la matanza de 68 para decidir la sucesión
Se tejió una trampa al Ejército Mexicano para desacreditarlo
Los hechos de Tlatelolco tuvieron como fondo la decisión del entonces Presidente de inclinar la balanza en favor de Luis Echeverría. En 1971 se gestó el halconazo para frenar las movilizaciones sociales
La Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) concluyó que la matanza del 2 de octubre de 1968 se produjo porque el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz "usó la fuerza pública para dirimir el asunto de la sucesión presidencial" e inclinar la balanza en favor de Luis Echeverría, además de que se tejió una trampa al Ejército Mexicano para desacreditarlo.
Por lo que hace a la matanza del 10 de junio de 1971, la Femospp consideró que fue un mensaje para que "la sociedad no se volviera a organizar en turbas de estudiantes y profesores que caminaban por toda la ciudad", porque ponía en entredicho a un gobierno que se autocalificaba de "progresista, acogedor de exilios, compasivo, humanitario e internacionalista", el de "arriba y adelante".
Tras celebrar que la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó analizar de manera profunda si a la luz del derecho mexicano no han prescrito las acusaciones de genocidio contra el ex presidente Luis Echeverría Alvarez y 10 personas más, como presuntos responsables de los hechos del 10 de junio de 1971, el titular de la Femospp, Ignacio Carrillo Prieto, reveló a La Jornada que, en adelante, la fiscalía a su cargo consignará casi un expediente por semana, y "muy pronto" el de la matanza de Tlatelolco.
-¿Considera un triunfo que la Suprema Corte revise los argumentos de la fiscalía de que no han prescrito las acusaciones de genocidio, desde la óptica del derecho mexicano?
-Es un triunfo de la sociedad y para la reivindicación que quiere México, más allá de las burocracias legislativas y judiciales, en los asuntos del pasado. Con ello se muestra que el más alto tribunal estima que estos temas no son asuntos de mero trámite, sino de la más alta importancia para el país.
La fiscalía sí ha dado resultados
-¿Esta decisión de la Corte beneficiará en lo que se refiere al asunto del 2 de octubre de 1968?
-Sí, permitirá otra óptica.
-¿Qué se puede esperar de la Femospp, luego de que ha sido tan criticada?
-Quien diga eso está equivocado, porque debe quedar muy claro para la sociedad mexicana que ya se tienen resultados: se han obtenido 11 órdenes de aprehensión; dos casos fundamentales del pasado han sido atraídos por la Corte; se ha recopilado medio millón de documentos que servirán como base o referencia en distintas averiguaciones previas, y ya se ha localizado a un desaparecido con vida, Juan Carlos Hernández Valadés o Lucio Antonio Gallangos Vargas.
"Debemos esperar la consignación de 532 expedientes de la guerra sucia. Al menos en 250 averiguaciones hay violación clarísima de los derechos humanos; creemos que al finalizar este 2005 se puede consignar la mayor parte de esos casos ante los jueces."
En 68 hubo una desaparición forzada y probable genocidio
-¿Si no logra obtener las órdenes de aprehensión por el caso 10 de junio, significará esto una derrota para la fiscalía?
-No será una derrota, ninguna resolución judicial puede serlo. Significará que el Ministerio Público ha presentado un conjunto de elementos que hacen probable la responsabilidad, pero que este conjunto no convence a un juez.
-¿Qué avances registra la investigación de la matanza del 2 de octubre de 1968?
-Se consignará muy pronto. Hemos encontrado que en esos hechos se dio una desaparición forzada, además de los homicidios que constituyen, muy probablemente, el delito de genocidio.
"Se consignará a los principales responsables y se dejará abierto un triplicado para seguir investigando. En una primera fase se pondrá a disposición de un juez a cinco muy importantes ex funcionarios del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz."
-¿Acusará a militares? Hay quienes estiman que la fiscalía no tocará a integrantes de las fuerzas armadas.
-Eso es una estupidez. Eso no se puede decir; Luis de la Barreda Moreno es capitán, y Manuel Díaz Escobar Figueroa, general, en situación de retiro, ciertamente, pero ambos son militares.
La voluntad de un solo hombre
-¿Ya se determinó qué fue lo que motivó la matanza del 2 de octubre de 1968?
-Sí, tiene que ver con cuestiones de la sucesión presidencial. Todo dependía de la voluntad de un solo hombre y había que inclinar la balanza hacia la decisión que ese hombre había tomado y conviniera a los actores de aquel proceso. (Díaz Ordaz decidió que su sucesor fuera Luis Echeverría.)
-¿La orden de actuar en la Plaza de Las Tres Culturas...?
-Pretendían desacreditar al Ejército Mexicano, que fue víctima de una trampa en Tlatelolco.
-¿Esa trampa provino de la Presidencia de la República?
-La trampa provino de los francotiradores que lograron -y para eso se necesita tener cierto poder o autoridad- apostarse en las alturas y en instalaciones del gobierno federal para hacer su obra mortífera que lastimó al Ejército y, en primer lugar, a un grupo importante de la sociedad mexicana. (Los francotiradores estuvieron en la sede de la cancillería y en departamentos de la Unidad Tlatelolco administrada por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.)
-Se ha dicho que el responsable fue Gustavo Díaz Ordaz.
-Sobre él no puedo investigar, porque se extinguió la acción penal, pero investigando a los otros involucrados ha salido a la luz la responsabilidad del entonces Presidente, que es inexigible ya.
"El Presidente es el responsable último, pero hay una cadena de mando y de responsabilidades."
-¿Entonces, la hipótesis es que la matanza fue para sacar a Alfonso Corona del Rosal de la sucesión?
-Eso también tuvo que ver.
-¿Las luces de bengala forman parte de la trama?
-Sí. Hemos confirmado que fue la señal para que los que habían preparado la trampa pudieran comenzar a actuar.
-¿Tuvo que ver la pugna entre el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Marcelino García Barragán) y el jefe del Estado Mayor Presidencial, EMP (Luis Gutiérrez Oropeza) para que ocurriera la matanza?
-Sin duda: ahí hay una separación, una ruptura, una fractura que tiene mucho qué ver con estos hechos.
-¿El EMP tenía un candidato y la secretaría otro?
-Esa es una hipótesis.
-¿Los francotiradores formaban parte de lo que era el grupo Los halcones?
-Es un dato que consta en la averiguación.
-¿El Ejército atacó a la población civil?
-No atacó a civiles, al contrario, se tiene establecido con toda precisión que existía la instrucción del secretario de la Defensa de que no se disparara, que fueran sin las armas cargadas. El objetivo primordial, del que se desvió todo, era detener a los integrantes del Consejo Nacional de Huelga en el balcón del edificio Chihuahua.
-¿Lo iba a hacer el Batallón Olimpia?
-Así es. Su única tarea era capturar a todos los oradores del mitin de la Plaza de Las Tres Culturas el 2 de octubre.
Fue un acto genocida
-¿Qué constituyó 1968?
-Un acto genocida y una escalada de violencia ilegal de parte del Estado contra la disidencia política que estuvo arrinconada por un doble discurso de apertura democrática que no se produce, que es un simple recurso retórico o demagógico que al final provoca el 10 de junio de 1971, el desencanto de muchos jóvenes.
"1968 es el punto de quiebre, porque el Estado, en una disputa por el poder, se concedió una anomalía tan grave como el uso de la fuerza pública para dirimir, usando de carne de cañón a la ciudadanía, el asunto de la sucesión presidencial."
-¿Qué llevó al 10 de junio de 1971?
-La experiencia del sistema en el 68 y los costos de las manifestaciones públicas en la matanza de Tlatelolco hicieron que el Estado tuviera un reflejo de repulsa frente a cualquier manifestación organizada o expresión que no pudiera ser cooptada.