El gobierno, incapaz de resolver problemas de salud
Alta responsabilidad oficial en males femeninos: experta
El embarazo en adolescentes y los abortos clandestinos, entre los asuntos más críticos, define académica de la UNAM
El embarazo en adolescentes, que va en aumento a escala nacional -tan sólo en la ciudad de México entre 10 y 12 por ciento de las jóvenes que cursan el primer año o semestre del nivel medio superior piden su baja temporal por esa causa-, así como el aborto, son dos de los problemas más críticos que enfrenta la mujer mexicana, en cuyo agravamiento tienen "alta responsabilidad" los gobiernos conservadores, expresó la coordinadora del Centro de Investigación para la Mujer de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, Julia del Carmen Chávez Carapia.
En el contexto de la celebración del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora este martes, la investigadora universitaria expresó que el rezago de la mujer en varias esferas aún es elevado. Por ejemplo, en el ámbito educativo hay un analfabetismo femenino que asciende a 11.3 por ciento a nivel nacional y 45 por ciento de las mujeres que trabajan tienen una escolaridad promedio de siete años, precisó.
Del total de las adolescentes que estudian hasta el nivel medio superior, el rezago educativo llega a 54.3 por ciento, mientras en los varones es de 50.7 por ciento, apuntó.
En entrevista, la especialista destacó que tanto el embarazo en adolescentes como el aborto constituyen también una expresión de la violencia y son problemáticas que "seguiremos arrastrando en este siglo'', por lo que es urgente buscar y promover estrategias.
En cuanto al primero, subrayó que las mismas escuelas ocultan los datos de jóvenes que se dan de baja a causa del embarazo y no existen datos precisos sobre esta situación tan grave a nivel nacional.
Sin embargo, dijo, hay tres "síntomas que nos permiten señalar" que este problema va en aumento: el mayor número de programas hospitalarios para madres adolescentes, así como el incremento en el ingreso de este sector a las instituciones de salud pública para tratarse partos y embarazos, y la misma información que corre en las escuelas sobre las niñas que esperan un hijo, pese a que los centros educativos se niegan a proporcionarla.
Esa situación podría ser abatida si a los jóvenes se les dota de una eficiente educación sexual; sin embargo, el conservadurismo de los gobiernos, de la escuela, de la Iglesia y de la propia sociedad contribuyen a incrementar la problemática, señaló.
En la ciudad de México, entre 10 y 12 por ciento de las adolescentes que cursan el primer año o semestre del nivel medio superior piden la baja temporal a causa del embarazo, aunque este porcentaje puede llegar a 25 por ciento en el caso de los planteles donde hay mayor población femenina. Esto, añadió, incluye a instituciones educativas como el Colegio de Ciencias y Humanidades, el Conalep y los CBTIS, entre otras.
En relación con el aborto, indicó que mientras éste se siga practicando de forma clandestina, seguirá en aumento el número de mujeres que muere o padece problemas físicos y sicológicos a causa de un legrado.
Indiferencia social
Manifestó que la sociedad no enfrenta estos problemas por una serie de cuestiones derivada de "mitos y costumbres, pero también porque lo ven como un problema del otro y no el mío".
Pero particularmente el gobierno tiene una responsabilidad muy importante al no dar respuesta y no prever estas complicaciones en la salud pública, enfatizó.
Chávez Carapia apuntó que también es necesario reconocer los logros de la mujer, entre ellos, el derecho a votar, su participación en organismos de representación popular, el ingreso a los estudios de nivel superior, tanto de licenciatura como de posgrado, y su aportación en el ámbito laboral.
Recordó que en 1990, el número de mujeres en la población económicamente activa era de más de 9 millones, cifra que aumentó a 15 millones para el 2004.
Por último, indicó que ahora los retos son distintos y la lucha se tiene que dar en las esferas de la equidad, la tolerancia y el respeto, para enfrentar los "tabúes que llevan a considerar que la mujer es de segunda".