"No habrá muertos sobre mi espalda", dice, y reta a Evo Morales a gobernar el país
Carlos Mesa pondrá su renuncia hoy ante el Congreso de Bolivia
Se mantienen los bloqueos carreteros; alteños ratifican su decisión de radicalizar el paro
Manifestaciones de apoyo al mandatario en La Paz y anuncian movilizaciones para este lunes
Ampliar la imagen El presidente Carlos Mesa saluda a simpatizantes que se congregaron a manifestarle su apoyo luego del anuncio de su renuncia a la presidencia de Bolivia. Lo acompa�l ministro del Interior, Jos�alindo FOTO AP
La Paz, 6 de marzo. El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, anunció este domingo en un mensaje radiotelevisado que presentará el lunes su renuncia a su investidura ante el Congreso nacional en medio de un rebrote de las demandas sociales y del llamado a la radicalización de los bloqueos en todo el país.
"He decidido presentar a la consideración del país, a la consideración de ustedes ciudadanos de Bolivia, como manda la Constitución, mediante el Congreso nacional, mi renuncia al cargo de presidente de la República", señaló Mesa en un mensaje desde el palacio de gobierno.
Luego de una descarnada descripción de la situación social -amenazada por bloqueos carreteros y presiones contra las transnacionales-, el mandatario anunció: "el día de mañana, a primera hora, presentaré al presidente del Congreso nacional mi renuncia a la presidencia para que la considere".
Por lo pronto, cientos de personas se congregaron esta noche en el centro de la Paz para respaldar a Mesa. "No queremos que se vaya, presidente", dijo uno de los asistentes a la céntrica Plaza de Murillo, ubicada frente al palacio presidencial.
En la tradicional zona del Prado, en pleno centro paceño, también se reportaron concentraciones en apoyo al jefe de Estado, mientras grupos de vecinos llamaban a movilizaciones en favor de su administración para este lunes.
Acompañado de los ministros de la Presidencia, José Galindo, y de Gobierno (Interior), Saúl Lara, dos de sus más cercanos colaboradores, Mesa agradeció el respaldo a su gobierno, mientras agitaba una bandera boliviana.
Con esta decisión, Mesa prácticamente pone fin al mandato que inició el 17 de octubre de 2003, el cual asumió tras la renuncia del entonces jefe de Estado, Gonzalo Sánchez de Lozada, quien abandonó el país forzado por una revuelta popular.
El jefe de Estado declaró en tono grave: "no estoy dispuesto a seguir en esta comedia vergonzosa", acosado por presiones de los sindicatos y líderes sociales.
Mesa identificó al diputado izquierdista Evo Morales, líder de los cocaleros y del Movimiento al Socialismo (MAS), la segunda fuerza parlamentaria, como "jefe de la oposición", y sostuvo que no gobernará "en función de las locuras que me plantee cualquier sector.
"Evo morales, con quien he hablado muchas veces y le he explicado detalladamente esta realidad, con mucha facilidad sale a bloquear Bolivia, porque eso es muy cómodo, es muy fácil, pero venga usted a gobernar y verá lo que es la administración, la responsabilidad de un hombre de Estado.
"Usted, honorable Evo Morales, es el jefe de la oposición, ya no puede permitirse el lujo de salir a las calles como un dirigente social", dijo Mesa.
El gobernante cuestionó también al dirigente de los vecinos de El Alto, Alberto Mamani, quien encabeza una huelga de cinco días en esa ciudad, con bloqueos carreteros en La Paz y en las salidas hacia Argentina, Chile y Perú, para exigir la expulsión de la empresa Aguas del Illimani, subsidiaria de la francesa Suez Lyonaisse des Eaux.
Al insistir en su compromiso de mantener el diálogo y evitar la muerte de bolivianos, Mesa subrayó que se negó a enviar la fuerza pública a levantar los bloqueos.
"No estoy dispuesto a matar y le debo decir algo bien clarito: No voy a poner a las fuerzas armadas, ni a la policía a desbloquear. Tenga tranquilidad porque no habrá muertos bolivianos en mi espalda, porque soy un hombre de palabra, porque tengo principios éticos y principios morales, y cuando uno empeña su palabra tiene que cumplirla... siéntase cómodo y bloquee".
Morales anunció este domingo que los cocaleros iniciarán este lunes un corte de caminos en el central departamento de Cochabamba para exigir al Congreso que apruebe en la nueva Ley de Hidrocarburos el pago de 50 por ciento de regalías por parte de las petroleras.
"Las comunidades van saliendo a tomar caminos, no porque quiera Evo Morales, ni el MAS, sino porque ya es un sentimiento nacional, un interés nacional, un pensamiento del pueblo, que la Cámara de Diputados debe aprobar 50 por ciento de regalías para el Estado", declaró el diputado a radioemisoras.
Las manifestaciones fueron convocadas después que la Cámara baja aprobó un impuesto de 32 por ciento y regalías de 18 por ciento para las empresas petroleras, aunque esa decisión quedó en suspenso después de que parlamentarios cuestionaron la votación.
En su mensaje, Mesa criticó las presiones por la autonomía, "planteamiento de la elite cruceña (gentilicio de Santa Cruz) para forzar un referendo autonómico.
"La autonomía no divide a Bolivia, las autonomías son buenas para el país", sustentó.
Las organizaciones sindicales encabezadas por la Central Obrera Boliviana (COB) habían convocado para este lunes a movilizaciones contra el gobierno, mientras una columna de casi mil campesinos tenía previsto llegar a La Paz para convulsionarla en demanda de Asamblea Constituyente y una ley de hidrocarburos de corte nacionalista.
En la población de Bulo Bulo, trópico de Cochabamba, campesinos rodearon el sábado las instalaciones de la empresa chaco, filial de la British Petroleum, que concertó con los manifestantes el cierre temporal de operaciones de uno de los pozos para evitar su ocupación. "Queremos que se apruebe la Ley de Hidrocarburos con 50 por ciento de regalías para el Estado boliviano, pedir la ley de convocatoria a las Asamblea Constituyente para estructurar un país más acorde a nuestra realidad, y el juicio de responsabilidades contra (el ex presidente) Gonzalo Sánchez de Lozada", dijo Johnny Aliaga, representante local.
El superintendente de Hidrocarburos, Hugo de la Fuente, aclaró a medios locales que el pozo fue "apagado" para "no poner en peligro el lugar", y señaló que un grupo de soldados y policías se trasladó a esa zona, donde aseguró, "hay completa tranquilidad.
"Se ha militarizado el lugar", agregó De la Fuente, al confirmar que tropas del ejército resguardan ese sitio.
Por su parte, la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, ratificó su decisión de radicalizar el paro que inició hace cinco días exigiendo la salida de la empresa Aguas del Illimani, filial de la francesa Suez Lyonnaise des Eaux.
Protestas por ley petrolera
Además de las protestas en Bulo Bulo y El Alto, el director de Prevención de Conflictos Gregorio Lanza confirmó que se mantienen los bloqueos en los departamentos de Chuquisaca -donde se encuentra la capital constitucional, Sucre (sur)- y Potosí (suroeste). "Son problemas que están ligados a la Ley de Hidrocarburos, son las decisiones que se han tomado en el Parlamento las que están provocando reacciones de esta naturaleza, y esperamos que los propios actores políticos puedan sentarse en una mesa y ponerse de acuerdo sobre qué camino le van a dar al país", aseguró.
En Yacapaní (Santa Cruz) los habitantes exigen 10 por ciento de las regalías en favor de los municipios productores y 3 por ciento para el resto del país.
Las movilizaciones en Chuquisaca demandan la ley petrolera y la conformación de la Constituyente, como escenario para redactar la nueva Carta Magna y discutir sobre autonomías.
Expertos indicaron que el Parlamento definirá si el gobernante continuará su mandato, cuya finalización estaba prevista para agosto de 2007.