Trabajamos para "subir a la comunidad en esta batalla", resaltó el gobernador

Se cierran espacios para evitar el crimen organizado en NL: González Parás

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 5 de marzo. La presencia del crimen organizado en los estados de la frontera norte de México obliga a las autoridades a mantenerse en alerta permanente, a establecer una alianza estratégica con todos los grupos de la sociedad y a lograr mayor coordinación con las autoridades federales y municipales, porque este fenómeno, además de que genera angustia y temor entre la población, deteriora la competitividad, expuso el gobernador de Nuevo León, José Natividad González Parás.

El jefe del Ejecutivo estatal señaló que desafortunadamente para muchos de los estados del norte del país su colindancia con Estados Unidos no sólo representa oportunidades de desarrollo, sino también dificultades, porque es la zona donde se genera el mayor tráfico de drogas y donde actúan muchas de las organizaciones criminales más poderosas.

"Los habitantes del norte están teniendo que pagar una cuota importante no solamente por la lucha contra el crimen organizado que están dando los ámbitos estatal y federal de gobierno, sino sobre todo por las guerras o las confrontaciones entre las propias organizaciones criminales; la población vive con mucha angustia ese tipo de criminalidad que es muy espectacular, que tiene mucha saña y que es un tipo de guerra entre cárteles y organizaciones", comentó.

El gobernador añadió que este fenómeno tiene consecuencias graves y no sólo pone en riesgo la seguridad de las personas y la tranquilidad de las familias, sino también genera condiciones deficientes en la competitividad, incertidumbre para la inversión productiva y contaminación de las estructuras gubernamentales.

Por eso, aseveró, "en Nuevo León hemos abierto un frente amplio de lucha contra la delincuencia y el crimen organizado, que nos obliga a tener mejores mecanismos de coordinación entre los niveles federal, estatal y municipales de gobierno.

"Esto obliga a equiparnos mejor, a tener gente más profesional, programas de control de la contaminación por estos grupos y, sobre todo, obliga a trabajar en funciones de inteligencia local, distinta a la nacional, que tiene que empezar a procesarse porque, con base en información de inteligencia, podemos hacerle frente a este fenómeno", asentó.

El gobernador señaló que en el caso de Nuevo León "lo que deseamos es cerrar espacios para evitar que el estado sea escenario de operaciones o de estancia de estos grupos y hacer difícil su presencia; debemos estar en alerta permanente y en alianza estratégica entre la comunidad, los financieros, las iglesias, los grupos de la población y un gobierno que a veces debe luchar contra un grado de descrédito ante la comunidad".

González Parás comentó que en este proceso "hemos favorecido mucho la participación civil, tenemos consejos de participación ciudadana en materia de seguridad, y hemos estado trabajando para tener acuerdos regionales, operar más allá de las fronteras, sumar las acciones de inteligencia y sobre todo subir a la comunidad en esta batalla".

Una de las consecuencias más perversas o dañinas del narcotráfico, dijo el Ejecutivo estatal, es el consumo de drogas entre niños y adolescentes, porque hay un remanente en la región y empieza a ser manejado por las redes de venta al menudeo, problema que es muy grave y que no ha sido atendido lo suficiente.

Por eso, comentó, "también ahí hemos abierto un frente con padres de familia, escuelas, organizaciones, propietarios de antros", para combatir el consumo de estupefacientes.

No es fácil bajar el índice de ejecuciones y la presencia del narco en el estado, agregó, porque la zona metropolitana es muy grande, con casi 4 millones de habitantes. "Aquí hay mucho dinero, mucho dinamismo económico, entonces hay una cierta dificultad, pero en años recientes ha bajado sensiblemente el número de ejecuciones en el estado y el número de secuestros, porque hemos hecho un frente razonablemente sólido contra el crimen y esperamos ver mejores resultados".

Frente al número de ejecuciones que hay en Tamaulipas, Sinaloa, Sonora y Baja California, en Nuevo León se ha reducido, aunque éste no es el mejor índice para medir si se está combatiendo con eficacia, afirmó.

En resumen, dijo, "hemos estado cerrando mucho los espacios, aunque a veces tengamos problemas con la Agencia Federal de Investigación, con algunas autoridades federales, pues cualquier vehículo sospechoso inmediatamente es revisado por las corporaciones estatales y municipales, así que "estamos muy duros en eso, y es un elemento de disuasión", concluyó.