El presidente uruguayo dirigirá las investigaciones sobre desaparecidos en la dictadura
"Nacional, no socialista", mi programa de gobierno: Vázquez
Empezarán trabajos en dos batallones militares, donde habría fosas con restos de plagiados
El nuevo Ejecutivo izquierdista impulsará el ingreso de Cuba al Mercado Común del Sur
Ampliar la imagen El presidente Tabar��uez es felicitado por un empleado p�o, ayer a su llegada a una reuni�on la prensa extranjera en el palacio presidencial FOTO Reuters
Montevideo, 3 de marzo. El nuevo presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, definió ideológicamente el programa de su gobierno como "nacional, no socialista", al tiempo que anunció que dirigirá personalmente las tareas de investigación sobre el destino de los detenidos desaparecidos de la dictadura militar (1973-1985).
El tema de los desaparecidos es "una herida que está abierta en el seno de la sociedad uruguaya", dijo Vázquez a la prensa extranjera, dos días después de haber asumido el primer mandatario de izquierda del país sudamericano.
"He resuelto, tal como lo establece la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, como presidente de la república, en una primera etapa, asumir personalmente la conducción" de esta investigación, dijo.
Al final de esa primera etapa, que no precisó cuánto tiempo durará, cederá la tarea a una Secretaría de Derechos Humanos que el nuevo gobierno pretende crear, para actuar "mucho más allá de esta situación desgraciada que sufrió el país", es decir, en los campos de los derechos de la niñez, de género, de los presos y de las víctimas de delitos.
La Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, aprobada en plebiscito en 1989, exime a los militares represores de ser juzgados por las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, pero uno de sus artículos permite investigar el destino de los desaparecidos.
Respecto de los planteamientos de algunos militares, que pretenden que se establezca que deben ser antropólogos europeos los que realicen investigaciones de posibles inhumaciones clandestinas, Tabaré Vázquez dijo que instruyó a antropólogos, especialistas y técnicos de la Universidad de la República para comenzar, este mismo jueves, un diálogo con las autoridades castrenses, para trazar un plan de trabajo.
Tres reconocidos especialistas en la materia (Daniel Panario, Olga Gutiérrez y Elizabeth Ortega) realizaron una investigación publicada recientemente aquí por la Asociación de Docentes de la Universidad de la República con el título "Estudio geoarqueológico del batallón número 13" del ejército.
Ese batallón y el 14 son señalados como lugares donde existirían fosas con cadáveres de desaparecidos, como el de la maestra uruguaya Elena Quinteros, secuestrada desde la embajada de Venezuela -donde se había asilado-, y el de Claudia Irureta Goyena, nuera del poeta argentino Juan Gelman, entre otros casos.
El mandatario ya había anunciado que se procederá a aplicar el artículo 4 de la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado (que es llamada aquí "de impunidad") para investigar las desapariciones forzadas, no para impulsar "revanchismos", sino para llegar a la verdad.
De su lado, al comentar el tema, la ministra de Defensa, Azucena Berrutti, quien fue abogada de familiares de desaparecidos, dijo que su secretaría de Estado formalmente no va a realizar nada de las investigaciones, "más que estar atentos para todo lo que podamos aportar".
Sobre si había inquietud entre los militares por las investigaciones en marcha, respondió que "definitivamente no".
En otros aspectos, el presidente Vázquez aseguró que los cambios en el país serán graduales, pacíficos, responsables y con participación de todos los sectores.
"Si usted me pregunta ideológicamente, y quiero hablar sólo de Uruguay, en el sentido de si es un programa socialista, responderé que no, no lo es. Es un programa nacional con la participación en la elaboración del mismo de la sociedad uruguaya, para democratizar este país", respondió ante una pregunta sobre el signo ideológico del programa de gobierno.
El mandatario, quien seguirá sin embargo ejerciendo como médico oncólogo algunas horas a la semana, también sostuvo que se van a respetar los contratos de privatizaciones que su país asumió, "pero de la misma manera vamos a exigir que la otra parte también cumpla con lo acordado".
Hizo referencia también a la situación latinoamericana, donde, dijo, la "riqueza se reparte con mayor desigualdad", y calificó de "desgarrador" el número de latinoamericanos que viven por debajo de los niveles de pobreza.
En Uruguay, el índice de quienes sufren pobreza alcanza al tercio de la población.
La problemática social existente en la región, dijo este militante del Partido Socialista que empezara su carrera política apenas en la década de los años 90, es "una forma de violencia que no se manifiesta por el uso de las armas, sino con el manejo inhumano de factores económicos".
Por esta razón, estimó que hay que elaborar a escala regional un proyecto político que atienda las necesidades de todos los pueblos latinoamericanos.
Vázquez recordó entonces el proyecto integrador regional que buscaron aplicar varios héroes de la independencia de América Latina: "Muchos creemos que debemos recuperar ese pensamiento libertador", afirmó.
Sugirió entonces la relectura de un libro que ya se considera clásico, Las venas abiertas de América Latina, del escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, por la vigencia que guarda décadas después de haber sido escrito.
Tabaré Vázquez también destacó el momento de cambios que vive Sudamérica, que atribuyó no a los gobiernos actuales de signo progresista, sino a la "acción de los pueblos que han tomado una actitud y han decidido cambiar".
Alimentos por insumos médicos
Por su parte, el canciller Reinaldo Gargano destacó los acuerdos firmados por Uruguay durante la víspera, especialmente los relacionados para superar la crisis energética que atraviesa el país.
También se refirió a Cuba, país con el cual el flamante nuevo gobierno restableció relaciones el mismo día de su asunción, y con el que se firmó una "carta de intención" para promover el intercambio comercial de alimentos locales por insumos médicos, que podría alcanzar el equivalente a 50 millones de dólares.
En entrevista con un medio de comunicación local, el ministro Gargano mencionó que el gobierno del saliente presidente Jorge Batlle había "cajoneado" (dejado en una gaveta) durante los últimos años la solicitud de ingreso de Cuba al Mercado Común del Sur.
En cambio, el gobierno de orientación izquierdista, aseguró, buscará apurar una decisión sobre esa solicitud, antes que Uruguay asuma en julio la presidencia pro témpore del bloque, al que pertenece su país junto con Argentina, Brasil y Paraguay.
Pero la oposición política también comenzó a actuar este jueves en Uruguay: un grupo de legisladores pidió explicaciones a Gargano sobre la política de derechos humanos de Cuba.
Por otra parte, legisladores del tradicional Partido Colorado cuestionaron los gastos de los festejos de asunción de Vázquez, lo que para algunos analistas políticos es reflejo del enojo porque el primer gobierno de izquierda de Uruguay movilizó a 400 mil personas, una de las manifestaciones más grandes en la historia del país.