POESIA PARA LLEVAR
Los aforismos del diario
UN ABISMO DE cielo es cada uno.
ESTOY CON LO que estoy y no estoy con lo que no estoy. Pero soy con todo.
ME GUSTARIA LLAMARLE tristeza a esto que no es sino falta de decisión.
SOY LO QUE soy, y lo que soy no está en ninguna parte. Soy lo que soy, en ninguna parte, ni en mí, que en mí, y con cuánta frecuencia, no estoy.
UN AMIGO ME dice: olvido todo. Y yo me digo si no será mejor todo olvidar que recordar siempre lo mismo.
NADA ME HACE feliz sino saberme, aun sin sentirme, feliz.
ESTOY CANSADO DE no saber a dónde ir, es decir, de no saber estar en mí.
EN EL SILENCIO que habla me sumerjo. No, no habla: hace callar, hace al fin que callándome me escuche, escuche.
LA VOZ DEL fado. Esa felicidad de saber que enamorosamente se sufre tanto, tanto se goza, tanto se vive el irse muriendo -como por amor, como de amor.
EL AIRE QUE respiro me limpia de mí mismo, hasta volverme lo que soy, este fruto espinoso, pero dulce.
DEJAD QUE LOS promotores de la cultura se promuevan a sí mismos.
ACASO ES EL cansancio de mucho hacer sin hacer nada. Acaso es solamente la pequeña certeza, siempre en cuestión, de que lo poco hecho era lo necesario y nada más. Acaso lo que sangra y que gotea, lentamente, como agotándome, no es sino en definitiva un mal estar en donde quiera que soy.
DEJAME SER EL sueño de tus labios al menos en el sueño que ahora sueñas.
PARA NOSOTROS LOS castillos siempre son encantados, no lo están, son.
SI, CREO EN Dios, y creo que él cree en mí.
LO QUE ILUMINA en el poema es el silencio que hace en nosotros.
ESTOY CONTENTO DE ser yo, como si fuera otro.
EL TIEMPO ES una puerta abierta, siempre abierta, a la sensación de que hay algo más que tiempo.
QUIEREN SER contundentes, los aforismos, y tintinean.
YA NADA ILUSIONABA a aquel ilusionista.
NO ES QUE te dejen solo, es que estás solo.
ME GUSTARIA vivir como se vive, pero vivo como no sé vivir.