La detección temprana del mal y su tratamiento, potencialidades de clínica cubana

La endoscopía, alternativa sin bisturí contra el cáncer en vías digestivas

AISSA G. GARCIA

La detección temprana del cáncer en las vías digestivas superiores y su cura mediante endoscopía -sin necesidad de intervenir quirúrgicamente- destacan entre las potencialidades de la Clínica Internacional Camilo Cienfuegos, de Cuba, cuya especialidad insignia es el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oftalmológicas, como la retinosis pigmentaria o ceguera nocturna.

Este centro hospitalario, que recibe cada año a pacientes de 89 países, cuenta con todas las especialidades médicas y usa tecnología de punta para obtener el diagnóstico certero y decidir el tratamiento efectivo, como en el caso del cáncer gástrico, cuya tasa de mortalidad en el mundo en los últimos años ha ido en aumento.

Según el doctor Carlos Llapur Almaguer, especialista en medicina interna del Centro Internacional de Retinosis Pigmentaria Camilo Cienfuegos, esta enfermedad -que es causada en gran medida por dietas ricas en grasas- se detecta al obtener muestras ocultas de sangre en exámenes de heces fecales. Cuando el cáncer se descubre a tiempo, en su fase inicial y hasta con una medida de dos milímetros, apunta el especialista, se puede curar sin necesidad de abrir el abdomen.

Lo que procede en estos casos, precisa, es hacer una cromoendoscopía con tinciones vitales para hacer contrastes y ubicar con mayor precisión la parte afectada, tratamiento que garantiza la cura sin necesidad de llevar al paciente al quirófano.

Ubicada en la zona de El Vedado, en La Habana, la clínica es famosa por contar con el único tratamiento en el mundo capaz de detener el avance de una enfermedad oftalmológica conocida como retinosis pigmentaria o ceguera nocturna, que bien puede surgir en la niñez, adolescencia o en el adulto, y en ocasiones daña a otros órganos y sistemas formando parte de un síndrome.

La retinosis pigmentaria, profundiza el especialista, constituye una importante causa de discapacidad visual, es hereditaria y se define como pérdida progresiva del campo visual y la presencia de pigmentos en el fondo de ojo.

Mientras en el resto del mundo esta patología se encuentra en fase de investigación genética y molecular, el programa cubano transita por su décimo año de experiencia y consiste en un implante de tejido adiposo vascular orbitario que permite mejorar la nutrición y función de las células fotorreceptoras de la retina y, en consecuencia, detener el avance del mal para que el paciente no siga perdiendo visión.

En el hospital se atienden otros trastornos oculares, como el glaucoma, la catarata (se aplica cirugía facorrefractiva), las enfermedades de la córnea, el estrabismo, el nistagmo (movimiento espasmódico de los ojos), la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y el desprendimiento de retina.

Para esos casos, afirma, "contamos con tecnología de punta -que permite hacer un mapa topográfico muy exacto de las enfermedades corneales- y equipos de la más reciente generación, que corrigen hasta casi la millonésima parte del trastorno refractivo". Sin embargo, lo más importante sigue siendo "el modo de hacer" las cosas, de evaluar al paciente, o sea de entender el organismo como un todo para posibilitar su recuperación.

Los pacientes con patologías oculares son examinados, según su caso, por un equipo multidisciplinario de especialistas en medicina interna, pediatría, ginecología, genética clínica, ortopedia, odontología, cirugía estética o maxilofacial, dermatología, anestesiología, laboratorio clínico y radiología, entre otras.

Es importante señalar que la clínica internacional se apoya en sus tratamientos en la ozonoterapia, la electroestimulación, la magnetoterapia y el uso de medicamentos que oxigenan las células como base para una pronta recuperación. Para mayores informes se podrá contactar al doctor Obel García, representante de la medicina cubana en México. Teléfonos: 5543-9558 y 5543-2695, Heriberto Frías 910, colonia Del Valle, y en www.saludcuba.com.