Preocupante el incremento de centros naturistas, alerta especialista del IMSS
Temor a efectos de los fármacos eleva uso de terapias alternativas
La falta de reconocimiento oficial hace prevalecer la imagen de charlatanería, académico de la UACh
Ampliar la imagen Se busca sanar padecimientos f�cos y "espirituales" o mentales FOTO Archivo
A la par del incremento en el número de usuarios de la medicina tradicional, como herbolaria, acupuntura u homeopatía, la población que recurre a técnicas terapéuticas alternativas ha ido en aumento. De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el tema, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Inglaterra y Australia, cerca de 40 por ciento de sus habitantes han recurrido alguna vez al uso de ese tipo de tratamientos.
Las razones van más allá de la falta de recursos económicos y de acceso a los servicios de salud. La preocupación por los efectos secundarios de los fármacos químicos y la falta de una solución "satisfactoria" a los problemas de salud, se perfilan como los argumentos más importantes por los que miles de personas acuden a la llamada medicina alternativa o complementaria. En México, como en el resto de los países en desarrollo, su éxito también se atribuye al bajo costo y accesibilidad como a la arraigada tradición cultural que existe en recurrir a la medicina tradicional.
Aplicar técnicas para lograr la curación del "aura" corporal, el uso de aceites esenciales de plantas y flores para recuperar la salud y el equilibrio emocional, la utilización del color para el tratamiento de trastornos físicos y mentales, el uso de la música como terapia complementaria en trastornos neurológicos, así como el empleo de fragancias aromáticas para generar un estado de ánimo determinado, ya no parecen alternativas terapéuticas poco comunes.
Su objetivo común es la recuperación de la salud enfocada a padecimientos físicos y "espirituales" o mentales. Orientadas a la denominada "medicina holística", aquella que busca la atención del cuerpo, mente y alma, las terapias alternativas ofrecen una enorme diversidad de técnicas y mecanismos de curación.
No obstante, la OMS reconoce que no existe un marco jurídico internacional que regule su seguridad, eficacia, calidad, acceso y uso racional, pues a pesar de que en muchas regiones del mundo persiste un arraigado uso de la medicina tradicional y algunas terapias alternativas, su divulgación y aplicación ha superado las fronteras ancestrales de países y culturas que durante siglos utilizaron sus conocimientos para solucionar sus problemas de salud.
Técnicas como la aromaterapia, cosmobioenergía, apiterapia, iridología, electromedicina, musicoterapia, biomagnetismo, kinesiología, magnetoterapia, oleoterapia, hidroterapia y terapias florales, entre otras, son parte de lo que los especialistas denominan el boom de la medicina alternativa.
Abigail Aguilar Contreras, etnobotánica y jefa del herbario medicinal del Instituto Mexicano del Seguro Social, afirmó que es "preocupante" el incremento acelerado de centros naturistas debido a que prevalece la idea de que las plantas medicinales son "inofensivas y pueden ser utilizadas por cualquier persona sin que hagan daño, lo cual es un error ya que la toxicidad de algunas especies puede ocasionar incluso la muerte".
En el caso de la herbolaria mexicana y la medicina tradicional, indicó que quienes las practican y son reconocidos en sus comunidades por sus "habilidades curativas", se han preparado desde la infancia y son conocedores de la tradición herbolaria de su región. No obstante, reconoció que la búsqueda de la salud es el principal motor para que las personas utilicen "cualquier terapia o mecanismo que les permita sentirse mejor, tenga o no conocimiento previo sobre su posible efectividad".
Señaló que la utilización de ciertas terapias alternativas, cuyo origen es ajeno a nuestra cultura, pueden propiciar que "cualquier persona crea que con un curso ya está capacitada para ser terapeuta, cuando en realidad no sabemos si en los lugares donde se originaron estas terapias se requiera una formación de muchos años, por lo que es recomendable que los usuarios se informen sobre sus objetivos terapéuticos".
En México, el estudio y difusión de las terapias alternativas había sido relegado a centros privados de capacitación donde se imparten cursos y talleres. Sin embargo, su demanda generó que instituciones académicas, como la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), crearan espacios de formación profesional.
Guillermo Mendoza Castelán, coordinador del Programa Universitario de Medicina Tradicional y Terapéutica Naturista de la UACh, aseguró que ni la medicina tradicional ni las terapias alternativas buscan "disputar la función que cumple la medicina alópata en el cuidado de la salud de los ciudadanos; al contrario, la visión que hoy prevalece es la construcción de una medicina integral que no soslaye el papel fundamental que tiene para el equilibrio corporal y espiritual la aplicación de distintas técnicas terapéuticas, que no se contraponen con el conocimiento académico".
El investigador de la UACh y especialista en herbolaria afirmó que la imagen de "charlatanería" que prevalece en muchos de los mecanismos terapéuticos alternativos que se aplican en México se debe "tanto a la falta de reconocimiento de lo que pueden o no hacer estas técnicas, ya que es evidente que tanto la medicina alternativa como la alópata tienen sus límites que debemos respetar".
Agregó que los cursos y diplomados que se ofrecen dentro del programa de medicina tradicional de la UACh no pretende ser una panacea que resuelva la falta de formación profesional, pero sí ofrecer un espacio académico de capacitación y "evaluación rigurosa que permita desarrollar estos conocimientos".