El sol azteca tiene que dejar de ser una "federación de grupos" y consolidar la unión
El PRD no ha superado reminiscencias antidemocráticas, asegura Isaías Villa
La actuación coyuntural del partido lo aleja de la gente, dice el aspirante a dirigirlo en el DF
Aspirante a dirigir el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Distrito Federal, Isaías Villa considera que este instituto político no ha podido romper con la herencia del régimen pasado, con las reminiscencias antidemocráticas, lo que ha llevado a muchos de sus militantes a reditar relaciones clientelares, y al partido a desvincularse de sus sectores adherentes tradicionales, ignorar la formación de cuadros, actuar sólo en coyunturas políticas, y desgastarse en luchas internas por el poder.
Fundador del partido del sol azteca, manifiesta que es hora de entrar a un proceso de profunda reflexión para cambiar las actitudes, la forma de actuar, renovar los equipos, el discurso, dejar de ser una "federación de grupos" y consolidar al PRD como una institución partidaria, con normas y órganos de dirección activos, que le permita estar a la altura de las elecciones constitucionales de 2006.
¿Será posible esa transformación con sus cuestionadas corrientes internas?, se le pregunta al candidato, y de entrada rechaza que esas formaciones sean las causantes de todos los problemas del perredismo local y que, por tanto, deban proscribirse.
Pero sí se manifiesta en favor de que se revise su actuación y propone que se les regule para que dejen de ser "grupos de interés" y se conviertan en verdaderas corrientes de opinión.
Isaías Villa -quien ayer envió una misiva a su principal contrincante, Martí Batres, para debatir los temas fundamentales del partido y la ciudad- es apoyado principalmente por una fracción de la corriente Nueva Izquierda, la que actualmente encabeza una fundación de carácter político.
Precisamente, Isaías Villa sostiene que una de las asignaturas pendientes del PRD capitalino ha sido la formación de cuadros que con experiencia y capacidad puedan llegar a ocupar puestos en el gobierno de la ciudad o en algún cargo de elección popular; la cuestión es que otras han sido sus prioridades.
Prioridades coyunturales
Considera que dos figuras han marcado las líneas de actuación de los perredistas en el Distrito Federal: Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. Y explica: en 1988, 1994 y 1997 toda la energía y atención del partido se concentró en desbancar al PRI del gobierno e impulsar la candidatura de Cárdenas para la Presidencia de la República, primero, y luego a la jefatura del Gobierno del DF.
En 2000, de nuevo, explica Villa González, el partido se movilizó para impulsar a López Obrador como mandatario local y ahora toda la energía está enfocada en evitar que sea desaforado, y con esa lógica "no nos hemos puesto a consolidar el partido".
Aclara que es una prioridad la defensa del jefe de Gobierno capitalino, "por supuesto, porque se atenta contra los derechos de un personaje, contra el avance democrático, contra los derechos de la gente de conformar el poder público, pero de nueva cuenta se comete el error de olvidar la consolidación del partido, de ver sólo lo inmediato", cuando bien podrían avanzar en vías paralelas.
Perspectiva de largo plazo
Para Villa, la dirigencia partidaria tiene que ver al PRD con una perspectiva de largo plazo, pues si bien es claro que "López Obrador ganará la Presidencia de la República en 2006 y logrará grandes transformaciones, también es cierto que vamos a necesitar tener partido después de que él termine su mandato".
De ahí que plantea grandes líneas de acción encaminadas a esa reconversión del partido, que, entre otras, sería contar con un ambicioso programa de formación política para reafirmar sus principios y programas y permita que los militantes no sólo "lleven la camiseta bien puesta sino que sepan responder en los espacios que se les asigne".
También permitiría que el PRD esté generando propuestas para el gobierno local en cuanto a políticas públicas, e incida además en la Asamblea Legislativa con planteamientos de iniciativas de ley.
Otro punto que ofrece es el de rescatar a aquellos sectores que se han desvinculado del partido, como sindicalistas, académicos, intelectuales, organizaciones sociales, gente de izquierda.
Precisa que un plan concreto para atraer de nuevo a intelectuales, por ejemplo, es mediante esos programas de formación y capacitación, para que sean ellos quienes impartan cursos, definan diplomados, generen debate al interior del partido y no se les tenga sólo como los abajofirmantes en desplegados.
Finalmente, considera que esa transformación del PRD capitalino no será fácil, "pero hay que empezar y no sólo estar hablando de diagnósticos sin dar pasos adelante", y en todo ello considera que jugará un papel importante aquella parte positiva del perredismo local, y que es la militancia, la que ha ayudado a enfrentar y salir avante de las embestidas que durante muchos años han promovido el PAN y PRI en contra de este instituto político.