Usted está aquí: martes 1 de marzo de 2005 Economist Intelligence Unit Una mirada a la situación del petróleo

Una mirada a la situación del petróleo

La caída del dólar sigue debilitando los ingresos por ventas de crudo y eleva la necesidad de alcanzar precios más altos

Economist Intelligence Unit /The Economist

Los precios del crudo se han mantenido sorprendentemente fuertes en lo que va de 2005, con un promedio de 45 dólares por barril desde principios del año, con lo cual reflejan una demanda más fuerte de la esperada tanto en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como en los mercados de reciente aparición frente al recorte de más de 700 barriles diarios en la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), así como ligeras mermas en la oferta en varias naciones no pertenecientes al cártel.

Analistas tanto de la Agencia Internacional de Energía (AIE) como de la OPEP han revisado a la baja la producción 2005 de los países no pertenecientes a la organización y al mismo tiempo prevén que se eleve la demanda. Lo anterior crea tensión en el equilibrio global entre la oferta y la demanda previstas para este año, así como un incremento en la demanda de la producción de la OPEP. Además, los países miembros de ésta han suspendido el precio acordado de 22 dólares por barril y en su lugar han acatado la orden de cumplir con la producción límite de 27 millones de barriles diarios, lo cual implicaría que dichos países esperan precios más elevados (y de hecho trabajan hacia ese objetivo). Así que EIU ajusta ligeramente la proyección de precios a corto plazo para 2005 de un promedio anual previo de 36 dólares por barril a 37.5.

Demanda

En lo que se refiere a la demanda, pronosticamos un crecimiento global de 2.2% en 2005. Aunque representa un retroceso frente al crecimiento de 3.4% alcanzado en 2004, aún resulta significativo comparado con el crecimiento promedio anual de 1.5% desde 1990. Durante 2005 la demanda llegará a un promedio de 84 millones de barriles (mdb) diarios, contra los 83 mdb de 2004; casi 10 mdb más que el promedio de 74.8 mdb diarios de los últimos 10 años. La demanda resultó increíblemente poco elástica frente a los precios del año pasado y hay pocas razones para pensar que este año será diferente. Se prevé que el crecimiento en la demanda en la OCDE será de 0.7%, pues el de EU y, en menor grado, Europa, se verá compensado por la disminución de la demanda en el Pacífico. En los países no pertenecientes a la OCDE subirá 6.3%.

Mucho de la revisión al alza de las cifras de la AIE de consumo global se debe al cálculo de la demanda estimada de China, la cual se espera que subirá 6.3%, contra el incremento de 16% visto en 2004. Creemos que estas cifras son demasiado conservadoras y esperamos un crecimiento de 7.2%, más cercano al crecimiento de 9% del PIB previsto para 2005. El consumo de petróleo se elevó 9.5%, más arriba de lo esperado, en el último trimestre de 2004, y se observa una fuerte tendencia al alza en 2005. Se espera que este año China construya otra gran reserva estratégica de petróleo, mientras rumores de fallas en el suministro de electricidad obligan a pensar que, una vez más, podrían necesitarse generadores impulsados por diesel para satisfacer la demanda de energía eléctrica, los cuales a su vez requerirían importaciones de combustible en gran escala. Además, las tres áreas donde se consume más combustible: energía, transporte y petroquímica, continúan creciendo a ritmo acelerado, con la consiguiente demanda de petróleo. Las compañías chinas más grandes han enfocado sus esfuerzos en asegurar el abasto de energía a largo plazo.

Oferta

Con la esperanza de que la demanda petrolera permanezca saludable, los factores claves que apuntalan nuestra proyección descansan en qué tan rápidamente la oferta será capaz de emparejarse al incremento o si una vez más se "quedará corta", como ocurrió en 2004. Nuestro punto de vista se basa en que los proveedores estarán mejor preparados este año para satisfacer el proyectado incremento en la demanda tras la reposición gradual, tanto de las reservas como de la capacidad de almacenamiento. Se espera que la producción global de petróleo crezca 3.2% (o 2.66 mdb diarios) en 2005, a 85.6 mdb diarios.

El rendimiento de proveedores no miembros de la OPEP contribuirá con poco más de 51 mdb diarios de este crecimiento, equivalentes a un incremento de 2.1% (un mdb diarios) respecto del mismo periodo del año pasado. Lo anterior representa una baja modesta de 2.3% de crecimiento visto en 2004, lo cual sorprende dado que se espera que los precios se mantengan altos este año.

Un número importante de estudios sobre la producción de los países no pertenecientes a la OPEP refleja que en 2005 habrá decrementos en el Mar del Norte, Australia y Medio Oriente. Si bien estos retrocesos se verán compensados con el crecimiento en la antigua Unión Soviética, AL y algunos países de Africa, también en estos últimos se han realizado considerables ajustes a la baja.

Rusia, que en los últimos años ha sido el impulsor del crecimiento en la oferta de los países no pertenecientes a la OPEP, en meses recientes ha padecido un decremento pronunciado en las tasas de crecimiento. Esta tendencia refleja una producción estacionaria en las principales explotaciones de Yukos, dificultades de transporte e infraestructura, y el cada vez más difícil e incierto ambiente de regulación fiscal.

AIE prevé que la producción de Rusia para 2005 llegue a un promedio de 9.58 mdb de crudo diarios, incremento de 3.8% respecto de 2004 (comparado con el crecimiento de 8.7% en 2004). Este rezago se mantendrá hasta 2006, considerando que las compañías petroleras en Rusia restringirán inversiones hasta que se disipen motivos de preocupación tales como los impuestos a la producción.

OPEP

Los ajustes a la baja en la producción de países no pertenecientes a la OPEP (aunados a la revisión al alza en la demanda) han conducido a prospectos de un mercado global más apretado, así como a una revisión de ascenso en la oferta de la OPEP en 2005. Sin embargo, según ese organismo, el mercado del petróleo pasa por una situación de sobreoferta. Con esto en mente, en enero países claves de la OPEP se comprometieron a reducir la producción, con una consiguiente disminución del total de los 10 países miembros (excepto Irak) en 610 mil barriles diarios, a 27 mdb diarios, límite máximo establecido para la producción de la OPEP. Arabia Saudita recortó su producción en 350 mil barriles diarios a 9.1 mbd; Kuwait, en 100 mil barriles diarios a 2.3 mdb, y Emiratos Arabes Unidos, en 90 mil barriles diarios a 2.4 mbd. Reducciones menores realizaron Irán, Qatar y Libia, en tanto la producción de crudo sintético se elevó en Venezuela. La producción en Nigeria tuvo una recuperación parcial de los problemas de diciembre. En Irak (país al que no se aplican cuotas), a pesar del éxito relativo de las elecciones de enero, la producción decayó otra vez; nuestro pronóstico es que permanecerá estancada: sólo unos 2 mdb diarios en 2005, debido a que el país tendrá que superar la interrupción constante de sus operaciones internas de refinación, los problemas en los oleoductos de la región norte, así como retrasos en los embarques en los puertos del sur.

Creemos que la OPEP tratará por todos los medios de ajustarse a un nivel ligeramente mayor a su cuota de 27 mdb diarios en el curso de 2005. Su decisión de contener la producción en diciembre de 2004 -en un momento en que su canasta de precios se había deslizado hasta 40 dólares por barril- y la subsecuente decisión en enero de suspender su meta de precio de referencia de 22-28 dólares el barril, hacen pensar que el cártel apunta sus baterías hacia precios más altos. La baja en el precio del dólar (el cual ha perdido más de 50% de su valor contra el euro desde febrero de 2002) continúa debilitando los ingresos generados por las ventas de petróleo, y ha incrementado la necesidad de alcanzar precios más altos. Para Arabia Saudita elevar los precios se ha convertido en una necesidad de primer orden por los problemas -sociales y fiscales- que debe resolver.

De acuerdo con la OPEP, los efectos paralelos de ajustar el precio del petróleo a la inflación y convertirlo a euros, baja el precio de su canasta hasta la banda anterior de 22-28 dólares por barril. Por ello creemos que tratará de defender un piso de 35 dólares por barril. Pero también incluimos la posibilidad de que no haya disciplina en las cuotas de producción entre los miembros de la OPEP. De la misma manera señalamos un incremento gradual en la producción del cártel en la segunda mitad de 2005, lo cual contribuirá a aumentar la presión en los precios.

La OPEP está preocupada porque las existencias podrían elevarse demasiado en el segundo trimestre del año, cuando la demanda cae. Las existencias comerciales de la OCDE se encuentran al nivel de su promedio de cinco años o más arriba, mientras la información semanal más reciente de las existencias estadunidenses indica que los inventarios de crudo se encuentran 8% más arriba que el año pasado y las de gasolina 7%, el nivel más alto desde 1999. Conforme esta cantidad de energético empieza a colocarse en el mercado a lo largo de este año, esperamos que los precios bajen de sus actuales alturas; para 2006 esperamos una cotización promedio anual para el crudo Brent de 33.5 por barril. Esta revisión de nuestros pronósticos anteriores nos hace prever un agudo y prolongado descenso en la producción de Rusia, el cual se emparejará con la nueva estrategia de precios altos de la OPEP.

Previsión a mediano plazo

En el periodo 2006-2009, los precios se debilitarán conforme la demanda se desacelera, mientras las existencias acumuladas se incrementarán y las inversiones se enfocarán en la expansión de la reserva global. A mediano plazo, los precios se establecerán en un nivel de 28-29 dólares por barril.

Riesgos de alzas

Sin embargo, debemos advertir que aún existen riesgos significativos para nuestro escenario de precios. Existe la posibilidad de que la demanda global crezca más rápidamente de lo previsto, lo cual podría darse en China y en otros mercados emergentes no pertenecientes a la OCDE. China permanece como la carta fuerte de nuestras previsiones respecto de la demanda: su bajo consumo per cápita y su enorme potencial de crecimiento industrial podrían traer fuertes consecuencias en el incremento de la demanda de petróleo.

FUENTE: EIU/INFO-E

Traducción de textos: Jorge Anaya

 
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