El Presidente debe reconocer que en el caso de El Encino "se equivocaron", plantea
López Obrador pide a Fox que ordene a la PGR que se desista de la acción penal
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que no hay garantías para que pueda renunciar al cargo con miras a tomar una decisión respecto a 2006, por lo que durante su conferencia de prensa matutina de ayer pidió al presidente Vicente Fox que instruya al procurador general de la República para que se desista de la acción penal en su contra por el caso de El Encino.
Más tarde, durante un acto en Azcapotzalco, afirmó que el Gobierno del Distrito Federal es distinto porque da preferencia a los pobres, lo cual provoca mucho miedo y es "como veneno puro" para quienes no quieren que se extienda a nivel nacional la aplicación de una verdadera política de dimensión social. Esta es la razón de los ataques en su contra y de la intención de hacerlo a un lado políticamente, explicó.
Por la mañana, abundó en que no hay condiciones políticas para que deje el cargo, "por eso espero que el Presidente cambie de actitud, que dé muestras de generosidad, que instruya al procurador para que se desista de la acción penal, que reconozcan, es de gente sensata, que se equivocaron, que no es el camino adecuado, que no es conveniente para el país el hacer a un lado a un adversario retorciendo la ley y utilizando de manera facciosa las instituciones".
López Obrador dijo que una decisión de Fox en ese sentido cambiaría las condiciones políticas: "Estaríamos ante una situación distinta, pero no hay ninguna garantía, hay un ambiente de acoso, de persecución política. Yo no pierdo la esperanza de que cambien de actitud, es de demócratas resolver las diferencias respetando la voluntad de la gente" indicó.
De esa forma "no tendría yo aquí la espada de Damocles", manifestó el mandatario mientras dirigía una de sus manos hacia un hombro y la dejaba caer: "Yo creo que cualquier ciudadano que es hostigado requiere que se le respeten sus libertades: la libertad para decidir lo que más convenga con tranquilidad, sin acoso, sin hostilidad". Consideró que adoptar una decisión en ese sentido no tendría un costo político para el Presidente de la República. Por el contrario, apuntó, "imagínense el nivel, cómo se elevaría el ciudadano Presidente si instruye al ciudadano procurador, pues ha quedado de manifiesto que no hay delito, que es del dominio público que se trata de un asunto político, y retiran la acusación".
Pero una decisión así implicaría que el Presidente habría estado engañando al pueblo, cuestionó una reportera, pregunta a la que López Obrador respondió: "No, porque en el proceso que se echó a andar se demostró que no hay delito. No se trata de atropellar la ley; se trata de demostrar que no hubo delito, es una revisión que tiene que hacer la procuraduría", puntualizó.
Respecto a si el Presidente podría ordenar que se desista de la acción penal aunque el procurador se empeñara en decir que sí hay elementos para actuar contra el gobierno capitalino, contestó: "¡Ah, bueno, entonces no! Si no cambian y siguen manejando el asunto con una motivación política, pues no hay posibilidades".
Por otro lado, el mandatario capitalino dijo que no ha recibido ninguna notificación de la PGR acerca de que el gobierno local deba pagar cien millones de dólares por el proceso de El Encino. "¿Y de qué quieren su nieve?", rebatió.
Rechazó que haya reconocido que hubo desacato en el multicitado caso, como lo asegura la PGR; "No reconocí absolutamente nada; lo que plantee es que los funcionarios encargados del proceso habían actuado de conformidad con la ley, eso es todo".
Por otra parte, con un "me da flojera contestar", bateó una pregunta sobre las afirmaciones del secretario de Gobernación, Santiago Creel, acerca de que los programas sociales del gobierno capitalino se financian con deuda pública.
A un año de los videoescándalos consideró que la gente tiene una idea clara de la confabulación que se gestó alrededor de estos hechos. Indicó que en la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal prácticamente han concluido los procesos, aunque aún hay algunos que siguen abiertos.
Durante la conferencia de prensa agradeció el apoyo que en contra del desafuero manifestaron más de cien artistas y miembros de la comunidad cultural, que públicamente señalaron su "creciente preocupación por el deterioro de la situación política a que está siendo arrastrado el país".
Más tarde, al inaugurar una unidad de protección ciudadana en Azcapotzalco, declaró que no se va a distraer de las funciones para las que lo eligió la ciudadanía. Señaló que mientras se mantiene atento a lo que puede suceder en el intento por desaforarlo, habrá tiempo para cumplir fundamentalmente con su responsabilidad como jefe de Gobierno. "Vamos a seguir trabajando en beneficio de la ciudad para que continúen los programas de desarrollo social y las obras públicas", concluyó.