También que no acepte la participación extranjera en el área energética

Demandan ONG a Fox derogue el TLC con la Unión Europea

En México ya no hay lugar para la indiferencia y el conformismo, señala el mandatario

ROSA ELVIRA VARGAS

Representantes de organizaciones y movimientos sociales y civiles exigieron ayer frente al presidente Vicente Fox, que el gobierno mexicano derogue o renegocie íntegramente el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea; que no aliente la suscripción de más contratos de servicios públicos en áreas como la energética, donde la Constitución niega la participación extranjera, y que atienda ''de manera urgente'' los numerosos casos de violaciones a derechos humanos en los pueblos indígenas, así como el de los ciudadanos encarcelados en el marco de la cumbre de jefes de Estado en Guadalajara, en mayo de 2004.

El mandatario, quien momentos antes -en la sede de Relaciones Exteriores, donde escuchó este reclamo- había dicho que en México ya no hay lugar para la indiferencia, el conformismo, la indolencia o el cinismo, respondió con un autoelogio a la política de apertura, diálogo e inclusión aplicada, ''desde el primer día de este gobierno''.

Así, aseguró que la apertura de mayores espacios en la vida pública fue uno de sus compromisos de campaña, ''y lo hemos cumplido cabalmente''. Hoy, abundó, su gobierno tiene ''una gran alianza'' con las organizaciones sociales, ''para lograr juntos el bien común e impulsar un México más democrático y equitativo''.

Fox Quesada encabezó en Tlatelolco la entrega de cartas de naturalización y, acto seguido, inauguró una nueva edición del Diálogo entre las Sociedades Civiles y las Instituciones del Gobierno de México y la Unión Europea.

Fue en este último acto donde Norma Castañeda Bustamante, de DECA-Equipo Pueblo, y en nombre de casi 30 organismos civiles, se manifestó por un verdadero acuerdo para el desarrollo sustentable con equidad, lo que llevaría a revisar -o derogar- íntegramente el acuerdo vigente desde octubre de 2000, entre México y la Unión Europea. Además, pidió al presidente Fox resistir la presión de sus socios europeos de abrir o liberalizar las áreas de servicios u otros renglones económicos, como agua y electricidad.

Denunció que, hasta ahora, en materia de cooperación ni el gobierno mexicano ni la Unión Europea han llevado a cabo consultas reales o estudios de evaluación de impacto de sustentabilidad para la aplicación de sus proyectos, como -entre otros- el caso de la selva Lacandona, que representa un ejemplo de violación al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el desconocimiento de las razones de la insurgencia indígena.

A su vez, el mandatario dio la bienvenida a los representantes europeos a un México ''democrático, libre, respetuoso de los derechos humanos, respetuoso de la participación de la ciudadanía en la conformación de la política pública, e incluyente''.

Previamente, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez Bautista, aseguró que la sociedad civil mexicana se ha convertido en participante activo en la redefinición de las políticas públicas y en las discusiones que orientan el rumbo del país. A su vez, Juan Moreno, con la representación de la sociedad civil de la Unión Europea, pidió corregir los desequilibrios entre estos socios comerciales para extender sus beneficios al ámbito social y democrático.

''Amen al país''

Poco antes, con los nuevos mexicanos por naturalización, el jefe del Ejecutivo federal había resaltado su aportación al desarrollo nacional y les pidió amar al país como lo hicieron ''con ternura y pasión'', Pablo O'Higgins o Luis Buñuel; de manera profunda y plena, como lo hicieron Mariana Frenk y Ruth Lechuga.

Y concluyó tomándoles la protesta de rigor: ''¿Protestan renunciar a su nacionalidad de origen y a cualquier nacionalidad a la que pudieran tener derecho y a asumir, con toda responsabilidad, los derechos y las obligaciones que conlleva la adquisición de la nacionalidad mexicana?''.