Usted está aquí: lunes 28 de febrero de 2005 Cultura Asaltos a la memoria, de Enriqueta Ochoa, "bello, asombroso y mítico"

El poemario, presentado en Bellas Artes; "hace vibrar al lector": Dolores Castro

Asaltos a la memoria, de Enriqueta Ochoa, "bello, asombroso y mítico"

ANA MONICA RODRIGUEZ

Enriqueta Ochoa (Torreón, 1928) rescató sus recuerdos de la vorágine del tiempo y los plasmó en Asaltos a la memoria, su reciente poemario, que fue presentado ayer en el Palacio de Bellas Artes.

La poeta, quien estuvo acompañada en la sala Manuel M. Ponce por los escritores Carlos Montemayor y Dolores Castro, además de Eudoro Fonseca, Estela Hernández Palacios y Eugenio Núñez Ang, obtuvo el reconocimiento unánime de éstos, quienes coincidieron en calificar la obra de "bella, asombrosa y mítica".

El volumen, dedicado a las nietas de la poeta, recrea la atmósfera y anécdotas que Ochoa vivió desde que tenía siete años, y que escribió para mostrarlas como evidencia de vida. Los personajes son su madre, su hermano, los abuelos, los tíos, sus muertos y los lugares donde transcurrió su tiempo.

En Asaltos a la memoria, editado por la Universidad Autónoma del Estado de México, el ensayista y narrador Carlos Montemayor vislumbró descripciones poéticas "de mi propio paisaje".

Montemayor aludió a la luz poética y la escritura mítica, características que envuelven la obra de la coahuilense.

El libro "me deslumbró", dijo y agregó que su origen norteño se vio reflejado en la pluma de Ochoa.

Agregó que la riqueza de los desiertos y las tradiciones de los pueblos norteños "son retomados con naturalidad y sencillez, que conllevan a una expresión luminosa y directa".

Añadió: "La autora, con su descripción natural, ingenua, contagia al lector y la referencia norteña agarra una fuerza que nos refresca a todos".

En su oportunidad, Dolores Castro expresó que la escritura de Enriqueta Ochoa "narra y canta". Asimismo, hace vibrar a los lectores con "sus poemas extraordinarios".

A su vez, Eudoro Fonseca elogió los textos y la edición de Asaltos a la memoria, que reúne "una sucesión de estampas con las evocaciones de la infancia, familia, tragedias y sufrimientos".

En el libro, afirmó, la autora cuenta historias, recrea una época pérdida y "preserva el tesoro de la infancia en ese universo que es incomunicable".

Eudoro Fonseca agregó que la autora de Las urgencias de un Dios no utiliza artificios retóricos, pero sí la sabiduría de vida y poética.

La autora, quien al final de la presentación autografió libros adquiridos por sus lectores, expresó que su reciente material "gira en torno a los años que se nos han ido", y significó "un doble reto al traducir con fidelidad los ecos distintos de mi vida sin rehuir al fiel reclamo de la voz".

En las páginas de Asaltos a la memoria "transcurren los vivísimos entornos de la infancia, el trasiego rumoroso de la casa familiar, los rastros y los actos infatigables de sus muertos, la región de La Laguna, los desiertos, los sitios íntimos y los espacios furtivos en los que poeta descubrió, por la palabra, la razón y la fortaleza de sus días".

Con "El terciopelo" inicia el trabajo de Ochoa en Asaltos a la memoria, al cual prosiguen "Los abuelos", "Las muchachas en la Revolución", "Noche de baile en el rancho", "Empieza a desgajarse la familia", "Los telegramas y la muerte, "Las varas de membrillo", "El hermano mayor", "Mamá Epifanía", "Un invierno" y "Fue en la carretera", por mencionar algunos de los 33 asaltos que integran el volumen.

Entre la obra de quien ha sido forjadora de varios escritores y poetas sobresale: Los himnos del ciego (1968), Las vírgenes terrestres (1969), Retorno de Electra (1973) y Canción a Moisés (1984).

 
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