Organizan panel de expertos para discutir el tema
Peligra la ballena gris por la actividad de empresa japonesa
La ballena gris occidental, cuyo hábitat principal se encuentra en el Pacífico asiático, está en riesgo de desaparecer por la expansión de la Compañía de Inversión y Energía Sakhalin (Sakhalin Energy In-vestment Company Ltd, SEIC), de capital japonés, por lo que un panel de expertos de todo el mundo evaluó el proyecto para establecer mecanismos de defensa.
En esta zona sobreviven 100 ejemplares, pero en el Atlántico la especie se ha extinguido. La población actual más abundante de ballenas grises es la que se encuentra en el océano Pacífico del este, principalmente en las costas de Estados Unidos y México, mientras que la del Pacífico occidental es mínima, reportó la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés).
La UICN convocó a 14 especialistas para conformar un panel científico independiente y revisar la situación a sugerencia de la propia empresa. Los especialistas evaluaron las afectaciones potenciales que tiene la construcción de ductos de aceite y gas en la ballena gris occidental, que está incluida en la lista roja de especies en extinción del organismo. El informe fue terminado recientemente.
La decisión de SEIC de encargar la revisión a un grupo independiente sienta un precedente de cómo las compañías que explotan aceite, gas y minería -e incluso los gobiernos- pueden utilizar el conocimiento científico neutral para evaluar sus proyectos y asumir decisiones.
La SEIC transporta aceite y gas en el noroeste de océano Pacífico y sus inversiones son consideradas las más cuantiosas en Rusia. Sus proyectos son acuerdos de producción compartida con la Federación Rusa y Sakhalin Oblast.
El panel se encargó de evaluar riesgos, opciones de mitigación y necesidades de supervisión en lo referente al desarrollo planificado de esos hidrocarburos.
La pregunta planteada al panel era si los riesgos asociados a la Fase Dos del proyecto Sakhalin II se podrían manejar de manera eficaz, permitiendo que la producción no afectara la supervivencia y la recuperación de la población de la ballena gris occidental, críticamente amenazada.
El panel reconoció que la empresa ha invertido recursos en investigación sobre el cetáceo. Sin embargo, consideró que no ofreció información completa sobre sus proyectos. Los científicos identificaron riesgos asociados a sus tuberías, principalmente ruido, golpes de navíos, daño físico al hábitat y exposición potencial a derramamientos de aceite y expulsiones de gas, que afectan a la ballena gris.