Las relaciones entre La Habana y Montevideo, en proceso de reanudación
Pérez Roque encabeza delegación cubana que asistirá a la asunción de Tabaré Vázquez
La superación del conflicto diplomático, oportunidad para que la isla se acerque al Mercosur
La Habana, 27 de febrero. El canciller Felipe Pérez Roque viajó hoy a Buenos Aires en ruta a Montevideo, al frente de la delegación cubana que asistirá a la toma de posesión del presidente electo de Uruguay, Tabaré Vázquez, anunció la Agencia de Información Nacional (AIN).
Pérez Roque permanecerá en Uruguay hasta el sábado, con una amplia agenda de trabajo, añadió la AIN, sin precisiones.
La asunción de Vázquez traerá para Cuba la reanudación de relaciones, su mayor acercamiento al Mercosur y, si viaja Fidel Castro, su participación al más alto nivel en una virtual cumbre que será la imagen de los nuevos tiempos en América Latina.
En la noche del martes 23 de abril de 2002, Castro desgranaba en la televisión la crisis que cimbraba entonces las relaciones con México, cuando recibió una nota con el anuncio de que Uruguay había roto con la isla.
Sin alterarse, el líder cubano preguntó a Pérez Roque cómo el ministro cubano había calificado al presidente uruguayo Jorge Batlle, cuyo gobierno promovió entonces una resolución sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
-¡Judas genuflexo! -respondió el canciller, desde su asiento en el estudio de televisión.
''Judas genuflexo'', repitió Castro. ''Un mentiroso de los grandes. Un individuo lacayo''.
Casi tres años después, la izquierda triunfante en Uruguay restablecerá las relaciones con Cuba, en cumplimiento de una promesa electoral. En América Latina sólo El Salvador quedará desde el martes sin vínculo diplomático con la isla.
La enemistad oficial uruguaya representó también para Cuba el obstáculo para cualquier negociación con el Mercosur. Eliminada esa traba, la isla podrá concretar su propuesta, que hasta ahora ha sido públicamente la de un pacto en formato "4+1", es decir, adecuado a sus condiciones, como lo tienen Bolivia y Perú.
La presencia de Castro en Montevideo, que podría ocurrir tras la reanudación de relaciones, le daría ocasión para completar el cuadro que formarán el venezolano Hugo Chávez, el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y el argentino Néstor Kirchner, arropando a Vázquez.
Castro había ido a Uruguay a pocos meses del triunfo de la revolución de 1959 y repitió la visita en 1996, de paso a la Cumbre Iberoamericana de Bariloche, Argentina.
Su último viaje al exterior fue el 23 de diciembre de 2003, cuando visitó a Chávez en la isla venezolana de La Orchilla.
Castro, de 78 años, convalece de fracturas en la rodilla izquierda y el hombro derecho, que se causó al caer accidentalmente hace más de cuatro meses.
Pinta en Miramar
El sosiego habitual de una mañana de domingo en el residencial barrio de Miramar fue interrumpido hoy por una pinta hecha con crayón verde en un muro de la iglesia de Santa Rita que, según dijeron testigos a La Jornada, decía "Cristo sí, Castro no".
Al hecho insólito de que a plena luz del día alguien hiciera una leyenda antigubernamental en la Quinta Avenida, una arteria de fuerte vigilancia policial, se agregó la coincidencia de que fue pintada mientras se oficiaba la misa de las 10:30 de la mañana.
Desde hace dos años acuden a ese oficio las damas de blanco, esposas y familiares de opositores presos, algunas de las cuales se sorprendieron al ver la leyenda.
Voces masculinas anónimas llamaron a agencias de noticias extranjeras para comunicarles el episodio. Cuando concluía la misa, un policía uniformado trataba de tapar la leyenda con hojas de cartón.
"Eso es obra de un suicida o una jugada de la seguridad del Estado para perjudicarnos", dijo Laura Pollán, una de las damas de blanco, quien recordó que agentes policiales de civil suelen observar de cerca la asistencia del grupo a la misa.
Ocasionalmente surgen en Cuba pintas contra el gobierno, pero suelen ser detectadas y cubiertas con pintura rápidamente.