Propicia la evasión; recomienda adoptar el método ruso, que incrementó 46% la captación
El sistema tributario limita la recaudación: CEESP
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) estableció que, en materia tributaria, México mantiene un sistema considerablemente complejo que limita el aumento de la recaudación e incentiva la evasión y la elusión fiscal, que sangran las finanzas públicas.
Un ejemplo es el impuesto sobre la renta (ISR), el cual consta de una estructura de cinco rangos salariales que pagan tasas impositivas que van de 3 a 30 por ciento en la nueva mecánica, a partir de 2005.
La complejidad aumenta al considerar que prácticamente todas las bases de tributación, esto es, las fuentes de ingreso gravable han sido materia de negociaciones políticas, principalmente de los representantes sindicales, llegando al extremo de contar con una lista mayor de ingresos no acumulables, que de rangos en la tarifa del impuesto.
Los economistas del sector privado expusieron que esto implica costos excesivos para las empresas, las cuales tienen que clasificar de diferente manera las diversas fuentes y aplicar tasas de subsidio, créditos e impuestos.
Al final resulta difícil establecer cuál es la carga impositiva efectiva, y si bien ha habido algunos avances en esta materia, puesto que la tasa máxima se ha reducido de 35 a 30 por ciento, esto no ha contribuido a mejorar la recaudación.
Mientras en 2001 los ingresos por concepto del ISR en México representaban 4.9 por ciento del producto interno bruto, para 2004 el porcentaje se redujo a 4.5 por ciento. Una política como la de Rusia, que no generó altos costos políticos y benefició a la población, sería una opción viable.
Hasta antes del año 2000 Rusia se encontraba sumida en un grave problema de finanzas públicas. Elevados déficit eran comunes, respondiendo a fuertes gastos e ingresos insuficientes. Además se enfrentaba al serio problema de la economía informal y la proliferación de mafias.
Con el objetivo de revertir la tendencia, las autoridades establecieron una política fiscal basadas en un flat tax (impuesto único), que consistió en que a partir del primero de enero de 2001 la mecánica de aplicación del ISR a personas físicas cambió de una tarifa con tres rangos de ingreso a los que se aplicaba una tasa de 12, 20 y 30 por ciento, a una tasa única de 13 por ciento.
Los resultados fueron sorprendentes y, contrario a lo que se esperaba, la recaudación comenzó a elevarse, superando las previsiones más optimistas. El primer beneficio fue la simplificación, porque no se requiere llenar formas complejas ni acumular y sumar deducciones ni ingresos exentos, que es algo que complica excesivamente el cálculo del ISR tradicional.
Los analistas del CEESP destacaron que en el primer año la recaudación por este impuesto creció 46 por ciento en términos nominales. Como porcentaje del PIB, la recaudación del ISR mantiene una tendencia ascendente desde 2001. Aunque algunos opinan que cuando baja la tasa impositiva habrá una menor recaudación, generalmente sucede lo contrario. En Rusia, esta mecánica incentivó la mayor recaudación.
Concluyeron que en México los avances en materia impositiva son lentos, si no es que nulos; la experiencia de Rusia es una opción que debe considerarse para incrementar los ingresos públicos y destinarlos a la inversión productiva, que genere el empleo que demandan millones de mexicanos.