Usted está aquí: lunes 28 de febrero de 2005 Política La mujer debe tomar parte activa en la vida de la Iglesia: Rivera Carrera

Condena formas de marginación y el que se les vea sólo como objeto de consumo

La mujer debe tomar parte activa en la vida de la Iglesia: Rivera Carrera

Se negó a comentar la anulación del matrimonio entre Marta Sahagún y Manuel Bribiesca

JOSE ANTONIO ROMAN

Ampliar la imagen El cardenal Norberto Rivera Carrera en la homil�de la Catedral Metropolitana FOTO Micphotopress/Fernando Castillo

Luego de lamentar la terrible discriminación que vive la mujer, agravada por una sociedad consumista, el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera, señaló que a este sector de la población no sólo se le debe ayudar a tomar parte activa y responsable en la vida y misión de la Iglesia, sino también reconocer su "sabiduría y cooperación" en las tareas directivas de nuestra sociedad.

En su homilía dominical, el prelado señaló que la Iglesia católica se siente obligada a denunciar la discriminación, el abuso sexual y la prepotencia masculina como acciones contrarias al plan de Dios. "En particular, deplora como abominables la esterilización y el aborto, a veces programados, para las mujeres más pobres y marginadas", dijo el cardenal Rivera, quien ayer mismo viajó a Roma para participar en una reunión del Pontificia Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Ante cientos de feligreses congregados en la Catedral Metropolitana, insistió en que la Iglesia católica está preocupada por la situación que viven las mujeres y la familia, en una sociedad en la que están presentes propuestas reduccionistas sobre la naturaleza y misión de la mujer. No es posible aceptar programas en donde se ve a la mujer sólo con el prisma falaz de la salud reproductiva, ignorando, en la práctica, una visión integral de la mujer, necesitada de ayuda para desarrollar sus múltiples capacidades y urgida de colaboración para eliminar tantos y tantos peligros que la amenazan.

Ningún católico, agregó, puede aceptar las nuevas formas de marginación que padece la mujer en una sociedad consumista y hedonista, en donde se le transforma en objeto de consumo, disfrazando su explotación con el pretexto de la evolución de los tiempos.

Dijo que la Iglesia debe acercarse a toda mujer para ofrecerle salvación, dignidad y nuevas perspectivas de vida y nunca para que sea víctima de violencia física y sicológica, ya sea a nivel intrafamiliar o en su centro de trabajo; pero tampoco para que la misma mujer sea instrumento de muerte y de violencia en su misma familia, como lo pretenden diversas organizaciones y personas que pretenden justificar el aborto.

Señaló que el papel preponderante que juega la mujer en la "transferencia de calores", ya sea en la familia, en la Iglesia y en diversas organizaciones, "choca escandalosamente" con la frecuente realidad de su marginación, de los peligros a los que se somete su dignidad, y de la violencia de la que es objeto muchas veces.

En las peticiones colectivas de la misa, se pidió por la salud del papa Juan Pablo II y por el gobernador del estado de Colima, Gustavo Vázquez Montes y varios de sus colaboradores, fallecidos el pasado jueves en un accidente aéreo.

En entrevista posterior, el cardenal Rivera evadió referirse a la resolución del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de México de declarar inválido el primer matrimonio de Marta Sahagún con Manuel Bribiesca, y se centró en el estado de salud del pontífice.

 
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